sábado, 6 de septiembre de 2014

EN INTIMIDAD CON DIOS




Son innumerables las veces que nos despertamos con ánimos de hacer ese espacio de tiempo "especial" e invitamos a nuestro Padre para estar en su perfecta intimidad, pero ese encuentro lo posponemos porque nos dejamos invadir por los constantes afanes y compromisos que nos brinda el mundo.

Entonces desde que sacamos un pie de la comodidad de nuestra cama nos inunda ese sentimiento de "capacidad" extraordinario para resolver situaciones del día a día, y hasta vemos como vamos resolviendo cada caso con nuestro propio esfuerzo. En esos momentos nuestra fe se vuelve muy superficial, ya que la autosuficiencia nos demuestra de lo que somos capaces de ser y de hacer aparentemente "solitos".

Mientras transcurre el día recuerdas esa invitación que le hiciste a Dios y comienzas a sentirte que has faltado a tus promesas, te asustas por lo que puede estar pensando Dios de esa deslealtad, te escondes, y peor aún, te alejas porque no te sientes digno de merecer ese encuentro -estás en problemas con tu Padre Celestial-.

Hasta que llega el momento en que "urgentemente" necesitamos conversar con Dios y le externamos una nueva invitación, ya no importa el lugar, la hora, las condiciones, ese espacio especial prometido, simplemente lo invocamos de inmediato y  en cualquier lugar El te esta esperando con sus brazos siempre abiertos.   

Renovamos nuestras promesas llenos de confianza y nuevamente nos comprometemos a pasar mas tiempo con Dios para ir conociendo en intimidad a ese Ser tan especial. Para lograrlo hay que ser constantes y obedientes con ese espacio de tiempo previamente destinado para El, puesto que Dios siempre está esperando para hablarnos, no lo dejes esperando.

Es importante invitar al Espíritu Santo para que sea nuestro amigo inseparable, el que nos va a poner en comunión con Dios Padre y con Dios Hijo, no perdamos jamas esa gran oportunidad de estar a solas con Dios.

Una vez nos encontramos a solas con Dios, podemos tener la confianza de decirle todo lo que tenemos en ese momento en nuestro corazón, aunque por fe sabemos que El ya lo sabe, pero le gusta que seamos nosotros quienes se lo digamos y le pidamos.

Es un momento especial para alabarlo, para adorarlo, bendecirlo, glorificar su Nombre y reconocerlo como nuestro dueño, ya que a El se lo debemos todo.

Disfruta en silencio, en soledad, en completa intimidad de Su Santa Presencia.


Joselin 💜


lunes, 24 de febrero de 2014

QUE TIPO DE TIERRA QUIERES SER?



¿QUÉ TIPO DE TIERRA QUIERES SER?


Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos. Isaías 55:10-11
Oro este día porque cada corazón sea una tierra deseable y fecunda, en donde la semilla de la Palabra de Dios pueda germinar, que siempre encuentre un asidero duradero y vivo para echar raíces y llevar fruto abundante. Mientras lees hoy la Palabra que nos comparten los Esposos Burns, medita en esto y pregúntate: ¿Y yo, que clase de tierra quiero ser?
Marcos 4:8-9 Pero otra parte cayó en buena tierra, y brotó y creció y dio fruto, y rindió una cosecha de treinta y sesenta, y hasta de ciento por uno. Entonces les dijo: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Si tú escuchas Mi palabra y la crees, es tuya. No permitas que el enemigo te robe la semilla de ninguna manera; ni debido a conflictos ni debido a circunstancias negativas. Rehúsate a darle lugar, y mantente firme. Mi semilla ciertamente vendrá y dará fruto. Se convertirá en una planta completa, desde la semilla al tallo hasta la cúspide. Y, Yo te ayudaré, te guiaré y te dirigiré. Yo estableceré la palabra a tal punto que no haya incredulidad. Recibe esto en Mi nombre, dice el Señor tu Dios. Sé restaurado a la posición de plenitud. Es tu derecho del Reino.
Mantén la estabilidad en el proceso de cambio y de turbulencia, reiterando la verdad de Mi Palabra. Mantén tus pensamientos limpios de habladurías innecesarias, y establécete en tranquilidad. Mantente firme y fuerte espiritualmente de modo que puedas enfrentar y vencer cada reto que se te presente. Yo estoy contigo en cada situación para guiarte por el camino de la paz y la seguridad, dice el Señor.
Marcos 4:14-20 El sembrador es el que siembra la palabra. Algunos son como lo sembrado junto al camino. En ellos se siembra la palabra, pero enseguida, después de oírla, viene Satanás y les arrebata la palabra sembrada en su corazón. Otros son como lo sembrado entre las piedras. Al oír la palabra, enseguida la reciben con gozo; pero, como no tienen raíz, su vida es muy corta, y al venir las aflicciones o la persecución por causa de la palabra, enseguida tropiezan. Otros son como los que fueron sembrados entre espinos. Éstos son los que oyen la palabra, pero las preocupaciones de este mundo, el engaño de las riquezas, y la codicia por otras cosas, entran en ellos y ahogan la palabra, por lo que ésta no llega a dar fruto. Pero hay otros, que son como lo sembrado en buena tierra. Son los que oyen la palabra y la reciben, y rinden fruto; ¡dan treinta, sesenta y hasta cien semillas por cada semilla sembrada!»
Con amor y oraciones,
Magie de Cano


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