mi茅rcoles, 14 de julio de 2021

CONSEJOS PARA REZAR EL ROSARIO



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Lo ideal es rezar el Rosario en soledad y de rodillas, aqu铆 os damos algunos consejos que nos ayudar谩n a rezarlo as铆 o de otro modo si no disponemos de tiempo:

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Existe el denario con s贸lo diez cuentas y que puede transportarse f谩cilmente.

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En la vida cotidiana siempre hay un "tiempo libre" que podemos aprovechar para rezar el Rosario: cuando esperamos la consulta m茅dica, un bus, una llamada importante, entre otros.

Y si no tenemos a mano un rosario, tenemos diez dedos para contar los Avemar铆as.

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Muchas actividades no requieren pensar mucho, porque las hacemos mec谩nicamente. Cuando se pica la cebolla, se tiende la ropa o se lava el auto tambi茅n se puede rezar el Rosario. As铆 como cuando las personas que se aman piensan en el otro sin importar la actividad que realicen, el Rosario ayuda a permanecer en sinton铆a con el coraz贸n de Jes煤s y Mar铆a.

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El Rosario es una oraci贸n contemplativa. 

Para este prop贸sito podemos buscar cinco im谩genes que nos ayuden a contemplar cada Misterio. Por otro lado, la m煤sica tambi茅n puede ser 煤til si se ejecuta en un segundo plano muy suave para encontrar paz.

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Es dif铆cil una oraci贸n en la que no surjan distracciones:

la lista de compras, el cumplea帽os de un amigo, una enfermedad...Si luchamos contra ellas en la oraci贸n, a menudo es peor.

Es mejor reunir estas "distracciones" y rezar un Avemar铆a por las personas, por los amigos y familiares, por uno mismo y los problemas. De este modo la oraci贸n se hace sincera y personal.

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En el camino al trabajo o a la escuela, ya sea en auto o en bus, en tren o caminando, es posible rezar el Rosario sin bajar la cabeza y cerrar los ojos.

Rezar mientras nos desplazamos significa dedicar los Avemar铆as a las personas con las que hemos establecido contacto o visto durante el d铆a; tambi茅n por las empresas e instituciones que est谩n en mi camino.

Por ejemplo, si veo a un doctor en mi camino puedo rezar por las personas que atender谩n sus enfermedades con 茅l

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El Rosario puede rezarse siempre y en todo lugar. A veces, cuando se reza de rodillas o se peregrina se puede llegar a sentir un "desaf铆o f铆sico", esto es bello porque debemos tener en cuenta que tenemos un cuerpo y alma para adorar a Dios. Por lo tanto, el rosario es tambi茅n una oraci贸n de peregrinaci贸n.

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Es bueno ofrecer cada misterio por una preocupaci贸n particular: mi madre, un amigo, el Papa, los cristianos perseguidos. Cuanto m谩s espec铆fico sea, mejor. La alabanza y dar gracias a Dios no deben tampoco estar ausentes.

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En estos momentos dif铆ciles, tenemos que recogernos con el Rosario y simplemente recitar las oraciones. Ese deseo  de buena voluntad que ofrecemos a Dios, puede fomentar que el Esp铆ritu Santo avive la llama de nuestro esp铆ritu.

En tiempos dif铆ciles, incluso puede ser suficiente sostener el Rosario sin pronunciar una palabra. Este triste estado ante Dios y su madre se convierte en una buena oraci贸n y ciertamente no permanece sin respuesta.

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El Rosario no debe estar solo es nuestro bolsillos, sino en cada mesita de noche. Cuando se intenta conciliar el sue帽o tambi茅n se pueden rezar los Avemar铆as y es mejor que contar ovejas.

En ocasiones solo las personas mayores y enfermas se “aferran” al Rosario por la noche debido a las promesas de seguridad, fortaleza y consuelo. Sin embargo, tambi茅n en los buenos tiempos se debe recurrir a esta oraci贸n y pedir especialmente por aquellos que sufren.



Frases C茅lebres de los Santos.

(sacerdote, escritor y funcionario de la Secretar铆a de Estado del Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus)


martes, 13 de julio de 2021

POR FAVOR LLEVE A LOS NI脩OS A LA IGLESIA

 


¡Por favor, lleve a sus beb茅s, ni帽os y adolescentes a la iglesia!

 No importa si se quedan dormidos en los bancos.

 No importa si se quitan la corbata o el mo帽o.

 No importa si susurran o lloran durante la iglesia.

 No importa si la gente te mira mal.

 No importa su edad 

 La iglesia ofrece consuelo.

 La iglesia da esperanza.

 La iglesia ofrece amor.

 La iglesia los hace sentir seguros.

 ¡La iglesia es un lugar donde escuchan el Evangelio!

 La iglesia reciben a Jes煤s Eucarist铆a <3

¡Entonces, por favor, llevemos a nuestros beb茅s, ni帽os adolescentes a la iglesia!  ¡Nosotros los amamos!

 Jes煤s dijo: Dejad a los ni帽os, y no les prohib谩is que vengan a m铆, porque de ellos es el reino de los cielos.

Es responsabilidad de nosotros hacer que nuestros hijos aprendan a comportarse dentro de la iglesia.

Ayer escuch茅 est谩 petici贸n de un Sacerdote.....

El comentaba que nuestras iglesias se est谩n quedando vac铆as!!!!

Y c贸mo no hacerlo s铆 desde peque帽os nosotros mismos los hemos alejado???

El ejemplo arrastra.... Nunca lo olvidemos!!!!

Simplemente antes nos acostumbraban a agradecer y encomendar nuestro d铆a a Dios, a bendecir nuestros alimentos, y a agradecer nuestro d铆a antes de dormir.

No creen qu茅 es en nuestra labor como padres evangelizar a nuestros hijos???

Si ya eres abuelito, y tus hijos son casados y quiz谩s en su ni帽ez no le diste importancia a su formaci贸n espiritual. Trata de orar siempre por ellos tanto por tus  hijos, nueras, yernos y sobretodo por tus nietos. Y s铆 tienes la fortuna de convivir con ellos, no pierdas instantes de evangelizar.

Volvamos nuestra mirada, volvamos  nuestra vida a Dios.

Nunca es tarde!!!!

Pidamos a nuestra Sant铆sima Virgen Mar铆a que nos tome de la mano y nos ayude a CONOCER, AMAR Y SERVIR A DIOS, como ella lo hizo.


Mary Gracia

Peregrinaci贸n a Tierra Santa

domingo, 11 de julio de 2021

EL COMBATE DE LA ORACION

 



El combate de la oraci贸n

Como sacerdotes y como hombres de Dios nada podemos hacer si no estamos unidos a la Vid


Por: P. Juan Antonio Torres | Fuente: Catholic.net

En medio de la prueba aciaga a la que Dios le hab铆a sometido, Job se preguntaba: ¿No es una milicia lo que hace el hombre en la tierra? (Jb 7, 1).

Al sacerdote tambi茅n a veces le surge la pregunta: ¿no es una lucha lo que hace el hombre en la oraci贸n?

Tener que reservar un tiempo para orar es una verdadera batalla de todos los d铆as. Rara vez la oraci贸n resulta f谩cil y placentera, donde uno se encuentra a gusto. Media hora o una hora de oraci贸n se nos presenta como algo molesto, un peso que ser铆a mejor no tener que cargar.

Ayuda mucho considerar de partida que la oraci贸n es siempre una batalla. Cada vez que vamos a hacer oraci贸n debemos repetirnos a nosotros mismos: ¡voy a luchar!, ¡voy a dar la batalla!, ¡voy a sudar la camiseta!

Toda oraci贸n es una lucha, principalmente por tres motivos:

1. Porque tener que reservar un tiempo diario para la oraci贸n es ya una lucha.
2. Porque, estando ya en oraci贸n, hay que luchar contra las dificultades: distracciones, sue帽o, desaliento, sequedad...
3. Pero, sobre todo, porque en la oraci贸n se libran las batallas de Dios.

1. Tener que reservar un tiempo para la oraci贸n es ya una lucha:

A diario nuestra agenda est谩 llena de mil ocupaciones, muchas de ellas importantes e inaplazables: misas, predicaciones, administraci贸n de los sacramentos, organizaci贸n de eventos, visita a los enfermos, confesi贸n, clases en el seminario...

En medio de tanto quehacer, no siempre queda garantizado un tiempo fijo para la meditaci贸n personal. Cortar con todo y retirarse a un lugar silencioso para dedicarse s贸lo y 煤nicamente a dialogar con Dios, no resulta f谩cil.

Por lo dem谩s, el uso del tiempo no depende siempre de uno mismo. Hay que estar siempre disponibles para atender al tel茅fono, a quien llama a la puerta, o a quien viene a confesarse o a hacer una consulta. Como sacerdote no se puede decir “no” a todo ello.

La primera batalla de la oraci贸n es dedicarle un espacio de tiempo.

En un ambiente donde reina el pragmatismo y la b煤squeda de los 茅xitos f谩ciles y r谩pidos, se cae frecuentemente en el peligro de ver la oraci贸n como una p茅rdida de tiempo, como una huida de lo que parece verdaderamente importante, o sea, de realizar obras concretas que den resultados pr谩cticos inmediatos y tangibles.

Esta forma de ver se presenta sobre todo en quienes con verdadero celo buscan hacer apostolado y hacer rendir al m谩ximo su tiempo. Entonces, lo que est谩 en juego es saber qu茅 es lo m谩s importante: ¿hacer oraci贸n o hacer apostolado? Esta es la primera batalla que hay que librar.
San Pablo dice en la segunda carta a los Corintios: “Aunque vivimos en la carne no combatimos seg煤n la carne. ¡No!, las armas de nuestro combate no son carnales, antes bien, para la causa de Dios, son capaces de arrasar fortalezas” (2 Cor 10, 3-4).

Es necesario convencernos de que el dilema “oraci贸n o apostolado” es un enga帽o. Como sacerdotes y como hombres de Dios nada podemos hacer si no estamos unidos a la Vid, si no contamos con la potencia de Dios. Todo lo que hagamos, si no est谩 hecho por fe y amor a Dios, de nada vale en orden a la salvaci贸n de las almas.

Si no hacemos oraci贸n, nuestro coraz贸n, nuestra mente, nuestras intenciones comienzan poco a poco a apartarse de lo 脷nico necesario. Si falta la oraci贸n, el fervor y las fuerzas para trabajar se van apagando paulatinamente.

Es necesario alimentar nuestro esp铆ritu con el pan nutritivo, aunque a veces amargo, de la oraci贸n cotidiana y perseverante.

Esta es pues la primera batalla: hacer triunfar en nuestro interior el verdadero valor y la eficacia sobrenatural de la oraci贸n.

Cuando en este momento, en lugar de sentarse en la oficina para trabajar, se hace la decisi贸n de apartarse a la capilla para orar, se est谩 poniendo m谩s la confianza en Dios que en uno mismo. De esa oraci贸n serena y silenciosa brotar谩n despu茅s las energ铆as para trabajar con Dios y s贸lo por Dios: “Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en Dios vivo” (1Tim 4, 10). Adem谩s de las gracias de Dios, uno de los primeros frutos que esta victoria nos reporta es el vivir psicol贸gicamente m谩s por encima de las cosas, m谩s serenos, m谩s confiados en la ayuda de Dios, con la mirada puesta m谩s lejos, mirando un horizonte m谩s amplio. Y nos libra de la precipitaci贸n, de la inquietud, del nerviosismo y de la agitaci贸n en el desempe帽o de nuestros deberes.

2. La oraci贸n es una lucha contra las dificultades:

Pero la oraci贸n es tambi茅n una lucha porque, aunque nos hayamos apartado materialmente de los quehaceres cotidianos, en nuestro interior sigue activo otro mundo no menos dif铆cil de combatir. Para entrar en di谩logo cordial con Dios, hay que ponerse en su presencia y crear el clima interior de silencio y de escucha. Pero de inmediato surgen las distracciones, el sue帽o, la sequedad. Y muchas veces sucede que la oraci贸n queda s贸lo al nivel de una lucha fatigosa y no se logra ese sabroso di谩logo pac铆fico con Dios, como se hubiese deseado. Entonces parece que quiz谩s no se ha hecho realmente oraci贸n.

Sin embargo hay que saber descubrir el enga帽o: luchar contra todo lo que no es Dios es ya una oraci贸n. El esfuerzo de una lucha continua puede gustarle m谩s a Dios que la posesi贸n pac铆fica y c贸moda de una victoria. La lucha es ya una muestra de nuestro amor a Dios: militat omnis amans (todo el que ama lucha) dec铆a Horacio.

Luchar en la oraci贸n es luchar por Dios; esforzarse por superar el sue帽o y por apartar las distracciones que nos asaltan es demostrar a Dios que en nuestro coraz贸n 脡l tiene la primac铆a, que 脡l es lo m谩s importante, que le amamos sobre todas las cosas.
La lucha es ya una oraci贸n, porque se lucha para hacer triunfar a Dios en m铆, para que 脡l se pasee como due帽o y Se帽or de mi vida.

Esta lucha interior, silenciosa y oculta, no es ciertamente noticia para el peri贸dico de la di贸cesis. Sin embargo, es la batalla m谩s importante para todo sacerdote. Dios premia esta la lucha concediendo luces interiores, consuelos espirituales y fecundidad apost贸lica a sus palabras y obras.

3. En la oraci贸n se libran las batallas de Dios:

El hombre que lucha por los intereses de Dios, no lucha solo. Dios est谩 con 茅l. Dios carga el mayor peso de la obra. 脡l es el primer interesado en la salvaci贸n de las almas y en el progreso de su Reino entre los hombres; es el primer interesado en la conversi贸n de los pecadores, en el retorno a su seno de los recalcitrantes a su gracia, es el primer interesado en la salvaci贸n del mundo.

No hacer oraci贸n es ya perder una batalla para Dios porque le estamos dejando de lado en nuestro esfuerzo. La oraci贸n es una lucha para arrancar las gracias de Dios.

“Y sucedi贸 que, mientras Mois茅s ten铆a alzadas las manos, prevalec铆a Israel; pero cuando las bajaba, prevalec铆a Amalec” (Ex 17, 11). El sacerdote que ora est谩 levantando las manos para que el pueblo, que le ha sido confiado por Dios, venza las batallas contra el demonio, el mundo y la carne.

Por todo ello, la oraci贸n es el primer deber del sacerdote, es el primer y m谩s importante apostolado. Las m谩s grandes conquistas apost贸licas se vencen en la oraci贸n. En la econom铆a sobrenatural ciertas gracias s贸lo se alcanzan a trav茅s de la oraci贸n: “Esta clase (de demonios) con nada puede ser arrojada sino con la oraci贸n” (Mc 9, 29).

Este es el ejemplo de los grandes santos. El cura de Ars no comenz贸 su actividad ministerial saliendo a la plaza a predicar ni a organizar a la gente. Al ver que nadie ven铆a a la Iglesia, no hac铆a sino ponerse de rodillas ante el sagrario y orar, orar d铆a y noche, orar a Dios por su pueblo; con su oraci贸n logr贸 arrancar del cielo las gracias de conversi贸n para sus fieles. La gente, al ver que su nuevo p谩rroco no hac铆a otra cosa que rezar y sacrificarse, comenz贸 a asomarse con curiosidad por la puerta. Con el tiempo la cantidad de “curiosos” lleg贸 a ser tal, que no pudo caber ya en el interior de la Iglesia.

Es necesario convencernos de que el dilema “oraci贸n o apostolado” es un enga帽o. Como sacerdotes y como hombres de Dios nada podemos si no estamos unidos a la Vid.

El esfuerzo de una lucha continua puede gustarle m谩s a Dios que la posesi贸n pac铆fica y c贸moda de una victoria. La lucha es ya una muestra de nuestro amor a Dios.

La oraci贸n del sacerdote

La oraci贸n del sacerdote debe estar amasada de fe, humildad, agradecimiento, adoraci贸n, confianza, silencio, perseverancia, para que Dios sea el Dulce Hu茅sped de su alma y para que su coraz贸n est茅 siempre protegido contra el hechizo del mundo sensual, materialista y orgulloso.

El sacerdote tiene que amar la oraci贸n, debe anhelar ansiosamente disponer de un tiempo para el amado, debe tener sed de oraci贸n, y por ning煤n motivo debe relegar o dejar “para despu茅s” la oraci贸n.

Especialmente el sacerdote tiene que amar la oraci贸n porque est谩 expuesto al peligro del activismo que seca su alma y hace est茅ril su vida apost贸lica.

El agua de la oraci贸n ha de regar el coraz贸n del sacerdote y as铆 su vida ser谩 como “el 谩rbol plantado a la vera de las aguas, que echa sus ra铆ces hacia la corriente y no teme la venida del calor, conserva su follaje verde, en a帽o de sequ铆a no se inquieta y no deja de dar su fruto” (Jr. 17, 8)

SE ORA COMO SE VIVE PORQUE SE VIVE COMO SE ORA

 


SE ORA COMO SE VIVE, PORQUE SE VIVE COMO SE ORA

Lo primero es lo primero, sin importar c贸mo y d贸nde nos encontremos. Por eso invitamos al Esp铆ritu Santo de Dios, para que sea quien dirija y organice  el contenido de esta publicaci贸n. Esp铆ritu Santo, ven y qu茅date en nuestra mente y coraz贸n, necesitamos de tu presencia real para entender el mensaje que hoy nuestro Padre nos quiere ense帽ar a trav茅s del Catecismo de la Iglesia Cat贸lica, en su numeral 2725. 

A partir del 1ro. de Julio he iniciado v铆a online, los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, con motivo de la celebraci贸n de su festividad el 31 de Julio, y son 30 d铆as de ejercicios de meditaci贸n y contemplaci贸n, muy bien dirigida por el Padre Gustavo Lombardo (Argentina).

Antes de iniciar, como pre谩mbulo, nos informan sobre la constancia, perseverancia, disposici贸n, silencio, oraci贸n, entrega, abandono, y sobretodo evitar todo tipo de distracci贸n. 

Los he iniciado con mucho entusiasmo, pero he permitido que entre la distracci贸n y los afanes de cada d铆a, para ir posponiendo la realizaci贸n de estos Ejercicios Espirituales que tanto he deseado hacer, y a煤n no lo he logrado.

Ped铆 ayuda al grupo de sacerdotes que ofrecen este servicio para mantener mi motivaci贸n activa:                                           

Hola hermanos en Cristo.


Realmente es importante saber, que adem谩s del contenido visual y textual de estos Ejercicios Espirituales, podemos contar con un equipo de hermanos que est谩n intercediendo por nosotros para ayudarnos a perseverar en los mismos, y que podemos consultarles de manera real, cualquier duda, inquietud, explicaci贸n, observaci贸n. Tambi茅n darnos seguimiento directo, sobretodo en las primeras pl谩ticas, porque antes de iniciar le ponemos muchas ganas, pero luego acomodamos el tiempo a nuestro antojo, y pasamos a otro plano este retiro de salvaci贸n tan necesario para nuestras vidas y la de los nuestros.


Les solicito de apoyo y seguimiento, estoy contenta por haber iniciado, los EE, me siento completamente identificada con el contenido que hasta hoy he visto, reconozco la veracidad de cada exponencia, pero me arropan las distracciones tan constantes, y me entristece, porque a煤n pidiendo al Esp铆ritu Santo, sigo debilitada en la constancia que se requiere.


Soy Sub-Coordinadora de una comunidad de parejas de mi Parroquia, pertenezco al grupo de Liturgia, me mantengo activa y participativa en los asuntos de la iglesia, pero hoy me siento como un c谩ntaro viejo que solo suena y hace ruido.


He tenido hermosas experiencias con el Se帽or, la V铆rgen Mar铆a, mis 谩ngeles, pero me cuesta tanto hacer el Santo Rosario. Les ruego que por favor me tomen de una de sus manos, para sentirme guiada, seguir avanzando con m谩s firmeza en este hermoso caminar de santidad, necesito de ese apoyo directo, porque quiero y debo cambiar y mejorar hasta lograr volver a tener esa comuni贸n con Dios, que en medio de mis distracciones siento que la he perdido.


Muchas gracias por escucharme. Dios les bendiga cada d铆a m谩s. Un abrazo en Cristo.


Joselin

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Verdaderamente me sent铆 muy feliz de ser escuchada, al momento de recibir esta respuesta:


Estimada Joselin,


Ave Mar铆a Pur铆sima!


Soy el p. Bernardo Ibarra, IVE, y le ayudar茅 con su consulta.


S铆, como usted bien dice, hace siempre falta una gu铆a en nuestra vida espiritual y especialmente en los Ejercicios. A veces tenemos necesidad de que se nos repita las cosas que ya sabemos.


  1. 1.Las distracciones son cosas normal, y no hay de asustarse por tenerlas. Hay que, ciertamente, luchar contra ellas y hacer todo lo posible para no dejarse guiar por ellas. De todos modos, cuando nos distraemos involuntariamente, no tenemos culpa, aunque no es ciertamente lo mejor. Le aconsejo entonces que no se desanime por las tentaciones y distracciones que pueda tener en el camino de los Ejercicios. Son parte de la prueba y de los Ejercicios. Tiene que aprovechar los distracciones para humillarse y volverse al Se帽or con m谩s fuerzas todav铆a. Somos de barro... por eso tenemos distracciones, y el Se帽or las permite para que justamente nos humillemos y nos volvamos a 脡l con m谩s fuerzas.

  2. 2.¿C贸mo un c谩ntaro viejo? S铆, suele pasar que nos desganamos con las cosas del Se帽or y nos falta el amor. A煤n as铆, debemos seguir para adelante, sabiendo que nuestra fe no se gu铆a por lo que sentimos sino por lo que sabemos. No se gu铆e por sus sentimientos, porque estos son muy cambiantes. Af茅rrese a la fe y siga para adelante, a煤n en medio de las tristezas y faltas de ganas. Eso es lo que agrada mucho a Dios, que aunque nos cuesta, igual lo hacemos.


Dios la bendiga! Y siga haciendo los Ejercicios con grande 谩nimo.


P. Bernardo

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En este preciso momento, tengo pendiente de realizar cinco (5) d铆as de los Ejercicios Espirituales, estoy muy atrasada. Me han envuelto los compromisos del hogar, la familia, la reci茅n llegada del perrito, entre tantas vanalidades que ofrece el mundo sin darnos cuenta.

Hoy me he propuesto hacerlos todos juntos, cosa que no es recomendable, pero quiero recuperar el tiempo perdido, estar al d铆a, y reconozco que son las mismas DISTRACCIONES que siguen ocupando un lugar privilegiado en mi interior, y no he podido hacerle frente con valent铆a, firmeza y decisi贸n, y la ayuda incesante a mi Padre Dios, en sus Tres Personas.

Entonces, como nuestro Padre siempre est谩 pendiente a nuestras intenciones cuando son puras de coraz贸n, al iniciar la b煤squeda para la actualizaci贸n, me encontr茅 con un video, sin buscarlo, que habla exactamente del combate que estoy luchando.

¿No es una milicia lo que hace el hombre en la tierra? (Job 7, 1). Milicia es la t茅cnica de hacer la guerra y de preparar a los soldados para ella.

Su contenido est谩 basado en el COMBATE DE LA ORACION del Catecismo Cat贸lico (2725), el cual pasar茅 textualmente para fines de estar edificados en el conocimiento que nos ofrece.

2725 La oraci贸n es un don de la gracia y una respuesta decidida por nuestra parte. Supone siempre un esfuerzo. Los grandes orantes de la Antigua Alianza antes de Cristo, as铆 como la Madre de Dios y los santos con 脡l nos ense帽an que la oraci贸n es un combate. ¿Contra qui茅n? Contra nosotros mismos y contra las astucias del Tentador que hace todo lo posible por separar al hombre de la oraci贸n, de la uni贸n con su Dios. Se ora como se vive, porque se vive como se ora. El que no quiere actuar habitualmente seg煤n el Esp铆ritu de Cristo, tampoco podr谩 orar habitualmente en su Nombre. El “combate espiritual” de la vida nueva del cristiano es inseparable del combate de la oraci贸n.

I. Obst谩culos para la oraci贸n

2726 En el combate de la oraci贸n, tenemos que hacer frente en nosotros mismos y en torno a nosotros a conceptos err贸neos sobre la oraci贸n. Unos ven en ella una simple operaci贸n psicol贸gica, otros un esfuerzo de concentraci贸n para llegar a un vac铆o mental. Otros la reducen a actitudes y palabras rituales. En el inconsciente de muchos cristianos, orar es una ocupaci贸n incompatible con todo lo que tienen que hacer: no tienen tiempo. Hay quienes buscan a Dios por medio de la oraci贸n, pero se desalientan pronto porque ignoran que la oraci贸n viene tambi茅n del Esp铆ritu Santo y no solamente de ellos.

2727 Tambi茅n tenemos que hacer frente a mentalidades de “este mundo” que nos invaden si no estamos vigilantes. Por ejemplo: lo verdadero ser铆a s贸lo aquello que se puede verificar por la raz贸n y la ciencia (ahora bien, orar es un misterio que desborda nuestra conciencia y nuestro inconsciente); es valioso aquello que produce y da rendimiento (luego, la oraci贸n es in煤til, pues es improductiva); el sensualismo y el confort adoptados como criterios de verdad, de bien y de belleza (y he aqu铆 que la oraci贸n es “amor de la Belleza absoluta” [philocal铆a], y s贸lo se deja cautivar por la gloria del Dios vivo y verdadero); y por reacci贸n contra el activismo, se da otra mentalidad seg煤n la cual la oraci贸n es vista como posibilidad de huir de este mundo (pero la oraci贸n cristiana no puede escaparse de la historia ni divorciarse de la vida).

2728 Por 煤ltimo, en este combate hay que hacer frente a lo que es sentido como fracasos en la oraci贸n: desaliento ante la sequedad, tristeza de no entregarnos totalmente al Se帽or, porque tenemos “muchos bienes” (cf Mc 10, 22), decepci贸n por no ser escuchados seg煤n nuestra propia voluntad; herida de nuestro orgullo que se endurece en nuestra indignidad de pecadores, dif铆cil aceptaci贸n de la gratuidad de la oraci贸n, etc. La conclusi贸n es siempre la misma: ¿Para qu茅 orar? Es necesario luchar con humildad, confianza y perseverancia, si se quieren vencer estos obst谩culos.

II. La humilde vigilancia de la oraci贸n

Frente a las dificultades de la oraci贸n

2729 La dificultad habitual de la oraci贸n es la distracci贸n. En la oraci贸n vocal, la distracci贸n puede referirse a las palabras y al sentido de estas. La distracci贸n, de un modo m谩s profundo, puede referirse a Aqu茅l al que oramos, tanto en la oraci贸n vocal (lit煤rgica o personal), como en la meditaci贸n y en la oraci贸n contemplativa. Dedicarse a perseguir las distracciones es caer en sus redes; basta con volver a nuestro coraz贸n: la distracci贸n descubre al que ora aquello a lo que su coraz贸n est谩 apegado. Esta humilde toma de conciencia debe empujar al orante a ofrecerse al Se帽or para ser purificado. El combate se decide cuando se elige a qui茅n se desea servir (cf Mt 6,21.24).

2730 Mirado positivamente, el combate contra el 谩nimo posesivo y dominador es la vigilancia, la sobriedad del coraz贸n. Cuando Jes煤s insiste en la vigilancia, es siempre en relaci贸n a 脡l, a su Venida, al 煤ltimo d铆a y al “hoy”. El esposo viene en mitad de la noche; la luz que no debe apagarse es la de la fe: “Dice de ti mi coraz贸n: busca su rostro” (Sal 27, 8).

2731 Otra dificultad, especialmente para los que quieren sinceramente orar, es la sequedad. Forma parte de la oraci贸n en la que el coraz贸n est谩 desprendido, sin gusto por los pensamientos, recuerdos y sentimientos, incluso espirituales. Es el momento en que la fe es m谩s pura, la fe que se mantiene firme junto a Jes煤s en su agon铆a y en el sepulcro. “El grano de trigo, si [...] muere, da mucho fruto” (Jn 12, 24). Si la sequedad se debe a falta de ra铆z, porque la Palabra ha ca铆do sobre roca, no hay 茅xito en el combate sin una mayor conversi贸n (cf Lc 8, 6. 13).

Frente a las tentaciones en la oraci贸n

2732 La tentaci贸n m谩s frecuente, la m谩s oculta, es nuestra falta de fe. Esta se expresa menos en una incredulidad declarada que en unas preferencias de hecho. Cuando se empieza a orar, se presentan como prioritarios mil trabajos y cuidados que se consideran m谩s urgentes; una vez m谩s, es el momento de la verdad del coraz贸n y de su m谩s profundo deseo. Mientras tanto, nos volvemos al Se帽or como nuestro 煤nico recurso; pero ¿alguien se lo cree verdaderamente? Consideramos a Dios como asociado a la alianza con nosotros, pero nuestro coraz贸n contin煤a en la arrogancia. En cualquier caso, la falta de fe revela que no se ha alcanzado todav铆a la disposici贸n propia de un coraz贸n humilde: «Sin m铆, no pod茅is hacer nada» (Jn 15, 5).

2733 Otra tentaci贸n a la que abre la puerta la presunci贸n es la acedia. Los Padres espirituales entienden por ella una forma de aspereza o de desabrimiento debidos a la pereza, al relajamiento de la ascesis, al descuido de la vigilancia, a la negligencia del coraz贸n. “El esp铆ritu [...] est谩 pronto pero la carne es d茅bil” (Mt 26, 41). Cuanto m谩s alto es el punto desde el que alguien toma decisiones, tanto mayor es la dificultad. El desaliento, doloroso, es el reverso de la presunci贸n. Quien es humilde no se extra帽a de su miseria; 茅sta le lleva a una mayor confianza, a mantenerse firme en la constancia.

IV. Perseverar en el amor

2742 “Orad constantemente” (1 Ts 5, 17), “dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de Nuestro Se帽or Jesucristo” (Ef 5, 20), “siempre en oraci贸n y suplica, orando en toda ocasi贸n en el Esp铆ritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos” (Ef 6, 18).“No nos ha sido prescrito trabajar, vigilar y ayunar constantemente; pero s铆 tenemos una ley que nos manda orar sin cesar” (Evagrio Pontico, Capita practica ad Anatolium, 49). Este ardor incansable no puede venir m谩s que del amor. Contra nuestra inercia y nuestra pereza, el combate de la oraci贸n es el del amor humilde, confiado y perseverante. Este amor abre nuestros corazones a tres evidencias de fe, luminosas y vivificantes:

2743 Orar es siempre posible: El tiempo del cristiano es el de Cristo resucitado que est谩 con nosotros “todos los d铆as” (Mt 28, 20), cualesquiera que sean las tempestades (cf Lc 8, 24). Nuestro tiempo est谩 en las manos de Dios:

«Conviene que el hombre ore atentamente, bien estando en la plaza o mientras da un paseo: igualmente el que est谩 sentado ante su mesa de trabajo o el que dedica su tiempo a otras labores, que levante su alma a Dios: conviene tambi茅n que el siervo alborotador o que anda yendo de un lado para otro, o el que se encuentra sirviendo en la cocina [...], intenten elevar la s煤plica desde lo m谩s hondo de su coraz贸n» (San Juan Cris贸stomo, De Anna, serm贸n 4, 6).

2744 Orar es una necesidad vital: si no nos dejamos llevar por el Esp铆ritu caemos en la esclavitud del pecado (cf Ga 5, 16-25). ¿C贸mo puede el Esp铆ritu Santo ser “vida nuestra”, si nuestro coraz贸n est谩 lejos de 茅l?


Quiero darte gracias mi amado Padre, porque me has revelado estas cosas que le han hecho a mi mente y a mi cuerpo, ponerme frente a las filas de este combate, porque yo se que cuento contigo en todo momento y por siempre. GRACIAS.

Tu hija

Joselin




jueves, 1 de julio de 2021

ORACION DE PROTECCION A LA SANGRE DE CRISTO

 

Oraci贸n de la Sangre de Cristo

Se帽or Jes煤s, en tu nombre y con
el Poder de tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a trav茅s de los cuales
el enemigo nos quiera hacer da帽o.

Con el Poder de la Sangre de Jes煤s
sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas sat谩nicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos movemos hoy.

Con el Poder de la Sangre de Jes煤s
rompemos toda interferencia y acci贸n del maligno.
Te pedimos Jes煤s que env铆es a nuestros hogares
y lugares de trabajo a la Sant铆sima Virgen
acompa帽ada de San Miguel, San Gabriel,
San Rafael y toda su corte de Santos 脕ngeles.

Con el Poder de la Sangre de Jes煤s
sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Se帽or enviar谩 a ella,
as铆 como los alimentos y los bienes que
脡l generosamente nos env铆a
para nuestro sustento.

Con el Poder de la Sangre de Jes煤s
sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos,
y en fe colocamos un c铆rculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jes煤s
sellamos los lugares en donde vamos
a estar este d铆a, y las personas, empresas
o instituciones con quienes vamos a tratar
(nombrar a cada una de ellas).

Con el Poder de la Sangre de Jes煤s
sellamos nuestro trabajo material y espiritual,
los negocios de toda nuestra familia,
y los veh铆culos, las carreteras, los aires,
las v铆as y cualquier medio de transporte
que habremos de utilizar.

Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos,
las mentes y los corazones de todos los habitantes
y dirigentes de nuestra Patria a fin de que
Tu Paz y Tu Coraz贸n al fin reinen en ella.

Te agradecemos Se帽or por Tu Sangre y
por Tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados
de todo lo malo.

Am茅n.

Oraci贸n publicada en EWTN