martes, 29 de septiembre de 2015

FIESTA DE LOS SANTOS ARCANGELES MIGUEL, RAFAEL Y GABRIEL


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Fiesta de los Santos Arcángeles 
Miguel, Rafael y Gabriel
[29 de Septiembre]


Hoy celebramos a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, príncipes de la milicia celeste. Amigos, protectores y mensajeros de Dios.

San Miguel, San Gabriel y San Rafael Arcángeles

En el día de la dedicación de la basílica dedicada a San Miguel construida en la antigua Roma, en la Vía Salaria, se celebran juntos los tres arcángeles, de los cuales la Sagrada Escritura revela el día las misiones especiales y que sirven a Dios, día y noche, contemplando su rostro y glorificándolo por siempre.

Hoy celebramos la fiesta de los tres Arcángeles que nombra la Sagrada Escritura
La palabra Arcángel proviene de dos palabras. Arc: el principal... y ángel. O sea "principal entre los ángeles. Arcángel es como un jefe de los ángeles".

San Miguel

Este nombre significa: ¿Quién como Dios? - Nadie es como Dios.

A San Miguel lo nombre tres veces la Santa Biblia. Primero en el capítulo 12 del libro de Daniel a donde se dice: "Al final de los tiempos aparecerá Miguel, al gran Príncipe que defiende a los hijos del pueblo de Dios. Y entonces los muertos resucitarán. Los que hicieron el bien, para la Vida Eterna, y los que hicieron el mal, para el horror eterno".

En el capítulo 12 del Libro del Apocalipsis se cuenta lo siguiente: "Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el cielo, y fue arrojada la Serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo".

En la Carta de San Judas Tadeo se dice: "El Arcángel San Miguel cuando se le enfrentó al diablo le dijo: ‘Que te castigue el Señor’". Por eso a San Miguel lo pintan atacando a la serpiente infernal.

La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Y él cuando lo invocamos llega a defendernos, con el gran poder que Dios le ha concedido. Muchos creen que él sea el jefe de los ejércitos celestiales.

San Gabriel

Su nombre significa: Dios es mi protector.

A este Arcángel se le nombra varias veces en la S. Biblia. Él fue el que le anunció al profeta Daniel el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta: "Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años (o sea 490 años) aparecerá el Santo de los Santos" (Daniel 9).

Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo de Dios. Por eso se le venera mucho desde la antigüedad.

Su carta de presentación cuando se le apareció a Zacarías para anunciarle que iba a tener por hijo a Juan Bautista fue esta: "Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios" (Luc. 1,19).

San Lucas dice: "Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: ‘Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo’. Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: ‘No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin’".

San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores,porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de Dios se hacía hombre.

San Rafael

Su nombre significa: Medicina de Dios. 

Fue el arcángel enviado por Dios para quitarle la ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste en un larguísimo y peligroso viaje y conseguirle una santa esposa.

En el Libro de Tobías se cuenta que Dios envió a San Rafael a ayudar al anciano Tobías, quien estaba ciego y se hallaba en una gran aflicción, y a Sarah, la hija de Raquel, cuyos siete maridos habían muerto la noche del día bodas. San Rafael tomó la forma humana y se hizo llamar Azarías. Éste, acompañó a Tobías en su viaje, le ayudó en sus dificultades y le explicó cómo podía casarse con Sarah sin peligro alguno. En el libro de Tobías él mismo Arcángel se describe como "uno de los siete que están en la presencia del Señor".

Su interesante historia está narrada en el día 7 de febrero. San Rafael es muy invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.

¿Qué nos dijo San Juan Pablo II acerca de esta fiesta?

Hoy se celebra la fiesta de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, príncipes de la milicia celeste, a quienes se recuerda en algunos episodios de la Sagrada Escritura: Miguel, que significa “¿Quién como Dios?”, viene presentado en el Apocalipsis (12, 7) en acto de combatir las potencias infernales; Gabriel, que significa “Fortaleza de Dios”, es enviado a la Virgen María para anunciarle su vocación a ser Madre del Redentor; Rafael, que significa “Medicina de Dios”, es enviado por el Señor a Tobías para curarlo de la ceguera.

La liturgia nos invita a sentir cercanos, como amigos y protectores ante Dios, a estos tres Arcángeles y a nuestro Ángel custodio. Que ellos nos protejan y nos guíen en el camino de la vida cristiana


PildorasdeFe.net | Solemnidades y Fiestas



  
  
  
  

domingo, 27 de septiembre de 2015

15 FRASES DE SAN FRANCISCO DE ASIS QUE ESTREMECERAN TU CORAZON

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San Francisco de Asís no escribió ningún tratado sobre la oración. Tampoco se preocupó demasiado en enseñar a sus hermanos un método de oración. Pero esto no le impidió ser un guía seguro, al tiempo que un ejemplo viviente, en el camino de la unión con Dios. 

Lo esencial de su enseñanza, así como de su experiencia personal sobre la oración, se halla contenido en la siguiente frase de la Regla bulada:

"Aplíquense los hermanos a lo que por encima de todo deben anhelar: tener el espíritu del Señor y su santa operación" (2 R 10,8-9)

La vida de oración, según Francisco, es ante todo ese gran anhelo, esa búsqueda incesante del Espíritu del Señor y de su acción en nosotros. Somos incapaces, por nosotros mismos, de nombrar dignamente a Dios. No sabemos orar como es debido. ¿No consiste la oración, para el cristiano, en unirse a Jesús en su relación con el Padre? Orar es aprender a decir «Abba». Y eso sólo es posible gracias al Espíritu. El Espíritu del Señor es el gran iniciador en la vida de oración. Por eso debemos anhelarlo por encima de todo y dejarle actuar en nosotros. *


San Francisco se Asís, fue un humilde servidor de Dios que lo dejó todo para seguir al Señor, se preocupó mucho por la Santidad de los demás y de todos los hermanos, realizaba muchos Sacrificios y ayunos. Sus escritos están llenos de una santa humildad y obediencia a la Iglesia. Un Laico comprometido que Amó al Señor más allá de sus propios límites.


A continuación algunas de las Frases de San Francisco:
"Si tú, siervo de Dios, estás preocupado por algo, inmediatamente debes recurrir a la oración y permanecer ante el Señor hasta que te devuelva la alegría de su Salvación".

  • "La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos."

  • "Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible."

  • "Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, sólo lo que has dado."

  • "El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote."

  • "Espíritus malignos y falsos, hagan en mi todo lo que quieran. Yo sé bien que no pueden hacer más de lo que les permita la mano del Señor. Por mi parte, estoy dispuesto a sufrir con mucho gusto todo lo que él les deje hacer en mí."

  • "Es siervo fiel y prudente el que, por cada culpa que comete, se apresura a expiarlas: interiormente, por la contrición y exteriormente por la confesión y la satisfacción de obra".

  • "El diablo se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal."

  • "Cuando el servidor de Dios es visitado por el Señor en la oración con alguna nueva consolación, antes de terminarla debe levantar los ojos al cielo y, (juntas las manos), decir al Señor: “Señor, a mi, pecador e indigno, me has enviado del cielo esta consolación y dulzura; te las devuelvo a ti para que me las reserves, pues yo soy un ladrón de tu tesoro.” Y también: “Señor, arrebátame tu bien en este siglo y resérvamelo para el futuro.” Así debe ser, de modo que, cuando salga de la oración, se presente a los demás tan pobrecito y pecador como si no hubiera obtenida ninguna gracia nueva. Por una pequeña recompensa se pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al Dador a no dar más."

  • "Luchemos por alcanzar la serenidad de aceptar las cosas inevitables, el valor de cambias las cosas que podamos y la sabiduría para poder distinguir unas de otras."

  • "Predica el evangelio en todo momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras.

  • "Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio siembre yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría."

  • "¡Terrible es la muerte!, pero ¡cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!"

  • "No peleen entre sí y con los demás, sino traten de responder humildemente diciendo, “Soy un siervo inútil."

  • "En la santa caridad que es Dios, ruego a todos los hermanos, tanto a los ministros como a los otros, que, removido todo impedimento y pospuesta toda preocupación y solicitud, como mejor puedan, sirvan, amen, honren y adoren al Señor Dios, y háganlo con limpio corazón y mente pura, que es lo que Él busca por encima de todo; y hagamos siempre en ellos habitación y morada a Aquel que es el Señor Dios omnipotente, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo" (1 R 22,26-27)

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Autor: Qriswell J. Quero | Artículo original de
 PildorasdeFe.net
(* Con aportes de Franciscanos.org)

martes, 15 de septiembre de 2015

10 ERRORES QUE JAMAS DEBERIAMOS COMETER AL TENER UNA BIBLIA


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Septiembre es el mes que la Iglesia dedica a la Biblia, conoce diez errores que jamás deberíamos cometer:

1. No tener Biblia
En todo hogar católico debe haber al menos una Biblia. Las hay de precios muy accesibles, e incluso es posible conseguirla en donación. Sólo hay que asegurar que sea católica, pues su traducción no esta alterada y tiene todos los libros bíblicos. Para saberlo buscar en la página legal el Imprimatur eclesiástico.

2. Tenerla pero no abrirla
Una Biblia en un librero o dejada en un atril como decoración, está desperdiciada... ¡Hay que leerla, aprovecharla!

3. Abrirla donde caiga
Practicar "la ruleta bíblica" (abrirla donde sea, señalar, sin ver, algún renglón y leerlo como si fuera mensaje directo de Dios), es una práctica muy riesgosa, porque puede ponerse el dedo en una frase que nos confunda o conduzca al error.
Por ejemplo: "Judas se ahorcó", ¿cómo tomarlo?, ¿como sugerencia divina de imitarlo? ¡qué disparate!... La Biblia no se debe leer al azar.

4. Leerla como libro, de corrido, de principio a fin...
La Biblia es una biblioteca, un conjunto de setenta y tres libros de muy diversos géneros literarios, escritos por distintos autores, en distintos tiempos y circunstancias. No está pensada para leerla de corrido de principio a fin, porque podemos topar con libros de difícil comprensión y abandonar la lectura. Es mejor comenzar por algún Evangelio, para conocer a Jesús.

5. Leerla sin ayuda.
Como la Sagrada Escritura se presta para distintas interpretaciones, Jesús otorgó a la Iglesia poder interpretarla sin error. Hay que leer la Biblia con ayuda de una buena guía católica.

Hay estupendos comentarios bíblicos, por ejemplo de los Padres de la Iglesia, santos sabios de los primeros siglos del cristianismo; y desde luego está el Catecismo de la Iglesia Católica, que enseña la correcta interpretación de textos bíblicos que son clave para nuestra vida de fe, por ejemplo, sobre la Eucaristía.

6. No anotarle nada.
Anotar en la Biblia no es faltarle al respeto. Subrayar un texto, poner una flechita, una indicación en cierto pasaje, nos ayuda a destacarlo y localizarlo. Claro, con lápiz que se pueda borrar, no pluma y menos marcador fosforescente porque mancha el reverso.

7. Creer que ya la sabemos
No hay que pensar que ya conocemos un texto por haberlo leído una vez. Nosotros cambiamos cada día, y la Palabra nos sigue el paso; tiene siempre algo que decirnos hoy. Podemos descubrirle siempre algo nuevo si la recibimos como por primera vez.

8. Quedarnos con la duda
Preguntemos o busquemos en un diccionario, el celular, internet, qué significan los términos bíblicos que no conocemos. Ello nos permitirá comprender mejor lo leído.

9. Sólo leerla
"La Palabra de Dios es viva y eficaz y penetra hasta las junturas del alma y del espíritu" (ver Heb 4, 12).

No nos conformemos con leerla. Hay que saborearla, reflexionarla, platicarla con Dios, guardarla en el corazón, memorizar alguna frase que nos conmovió, en suma, dejarla actuar en nosotros, transformarnos; permitirle ser "lámpara para nuestros pasos" (Sal 119,105).

10. No compartirla
Dice san Pablo que la Sagrada Escritura es "útil para enseñar, argüir, corregir, educar" (ver 2Tim 3,16).

No la dejemos en el papel, tengámosla presente en nuestra vida cotidiana: comentemos en familia las Lecturas de la Misa; difundamos en ‘redes sociales’ nuestras frases bíblicas favoritas, incluyámoslas en nuestras conversaciones.

El mundo está en tinieblas, ¡contribuyamos a iluminarlos con la Palabra!

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Alejandra María Sosa, publicado originalmente en Ediciones72.com

viernes, 11 de septiembre de 2015

LA ORACION DE UN PAPA POR SU HIJO

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La tarea de educar a los hijos en valores, no es nada sencillo, hay un bombardeo constante de antivalores en la sociedad del cual no podemos pasar por alto, es algo muy delicado y difícil. Es por ello que, además de que los papás deben educar a sus hijos en valores, deben ser intercesores activos y constantes por cada uno con la oración diaria.



La siguiente, es una oración escrita por el General Douglas MacArthur, un militar y escritor estadounidense, Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas en el Frente del Pacífico del Sur durante la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945)

La oración de un papá por su hijo

Dame oh Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuando es débil, y lo bastante valeroso para enfrentarse a sí mismo cuando sienta miedo.

Dame un hijo que sea orgulloso e inflexible en la derrota honrada, humilde y magnánimo en la victoria.

Dame un hijo que nunca doble la espalda cuando deba erguir el pecho, un hijo que sepa conocerte a Ti... y conocerse a sí mismo, que es la piedra fundamental de todo conocimiento.

Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos, ahí, déjale aprender a sostenerse firme en la tempestad y a sentir compasión por los que fallan.

Dame un hijo cuyo corazón sea claro, cuyos ideales sean altos, un hijo que se domine a sí mismo, antes que pretenda dominar a los demás; un hijo que aprenda a reír pero que también sepa llorar, un hijo que avance hacia el futuro pero que nunca olvide del pasado.

Y después de que le hayas dado todo eso, agrégale, te suplico, suficiente sentido del buen humor, de modo que pueda ser siempre serio, pero que no se tome a sí mismo demasiado en serio.

Dale humildad, para que pueda recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza, la imparcialidad de la verdadera sabiduría, la mansedumbre de la verdadera fuerza.

Entonces, yo, su padre, me atreveré a murmurar: No he vivido en VANO.




Redacción: PildorasdeFe.net

COMO EMPEZAR BIEN NUESTRO DIA AL ESTILO DE SAN FRANCISCO DE SALES


Aconseja empezar haciendo a Dios parte esencial de nuestros primeros pensamientos del día, viendo cada día como una pequeña resurrección

En su espiritualidad cotidiana, San Francisco de Sales nos aconseja empezar por el principio, haciendo a Dios parte esencial de nuestros primeros pensamientos al comenzar el día para poder vivirlo de la mejor manera. Por lo tanto, San Francisco de Sales inicia su Dirección Espiritual con esta recomendación:

En primer lugar al despertar, hemos de dirigir nuestra mente completamente a Dios con algún pensamiento santo como el siguiente: “El sueño es la imagen de la muerte y el despertar la de la resurrección”

La persona devota, primero que todo, piensa en Dios al iniciar el día. Pero no lo hace como la primera de las muchas tareas del día, sino que tiene en mente la gracia de Dios hace posible despertar a un nuevo día (¡con la ayuda de un despertador para que sea oportuna!). Estar vivos es el regalo que nos trae cada mañana. Reconocer la fuente de este regalo dirigiéndole nuestro primer pensamiento es la respuesta apropiada para tan preciado regalo. Este hábito puede requerir un poco de práctica, pero resultará beneficioso hacer de éste el primer pensamiento del día, en vez de las comunes reacciones de fastidio o renuencia al despertar.

La experiencia ha demostrado que el estado de ánimo con el que despertamos tiende a darle color a todo nuestro día. Esto fue lo que comprendió San Francisco de Sales, ya que al empezar el día pensando en Dios, nos ayuda a mantenerlo en mente durante toda la jornada.

¿Cómo nos enseña San Francisco de Sales a pensar en Dios en la mañana?
San Francisco sugiere que tengamos en mente imágenes y pensamientos bíblicos. Para él, un acto tan simple como el de levantarse de la cama, representa la profunda realidad de la resurrección y el don de la vida más allá de la muerte a la que estamos llamados en última instancia. Entrar en el hábito de ver cada día como una mini resurrección nos permite cultivar una actitud totalmente cristiana hacia nuestra existencia terrena. Por lo tanto, sugiere que cuando nos despertemos:
  • Podemos pensar en esa voz se escuchará en el último día: “Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará” (cf. Ef. 5,14)

  • O podemos decir con Job: “Yo sé que mi Redentor vive, y que en el último día resucitaré. Dios mío, haz que esto sea para la gloria eterna; esta esperanza descansa en mis entrañas” (cf. Job 19, 25-26)
La actitud cristiana con la que saludamos cada mañana se basa en nuestra fe en la redención y nuestra vocación a la vida eterna. Para cultivar esta conciencia, podríamos recordar el libro de Job, un hombre sabio que anhela dar sentido a la existencia humana en medio del sufrimiento inocente que experimentó en su propia vida, y quien logró hacerlo gracias a la intervención divina. Como Job, podemos reafirmar la fe en el Dios vivo y confiarnos al llamado y cuidado de la Divina Providencia. Para ello, el comienzo del día representa un momento para llenarnos de fuerza y fe que influirá mucho en la forma en la que enfrentaremos todas aquellas tribulaciones que podremos encontrar durante la jornada.

Pero la historia de Job es sólo uno de los muchos posibles ejemplos de los cuales podemos nutrirnos. San Francisco nos invita a meditar sobre diversos santos u otras personas devotas que el Espíritu Santo nos pueda sugerir. Las frases bíblicas que él sugiere son palabras que vale la pena recordar, con práctica, cada mañana. Pero nos pide que seamos dóciles al Espíritu Santo, y que si éste nos lleva a pensar o hablar de manera diferente sigamos sus inspiraciones. Si hemos podido dirigir nuestra mente a Dios en el comienzo del día, hemos comenzado a vivir bien hoy. Pero hay algo más que nos sugiere para empezar el día.

Rezar el Ángelus en la mañana
Después del Ángelus haremos el ejercicio matutino de adorar a nuestro Señor desde las profundidades de nuestro ser y darle gracias por todos sus beneficios. En unión con la ofrenda de amor que el Salvador hizo de sí mismo al Padre Eterno en el árbol de la Cruz, le vamos a ofrecer nuestro corazón, sus afectos y resoluciones, y todo nuestro ser, y pediremos su ayuda y bendición. También saludaremos a la Virgen y pediremos su bendición, así como la de nuestro ángel de la guarda y la de nuestros Santos patronos. Si lo deseamos, podemos decir el Padre Nuestro. Todo esto debemos hacerlo rápida y brevemente.

Puede parecer que es mucho que hacer para que sea rápido y breve, pero la verdad es que se puede hacer en el tiempo requerido para la ducha o para hacer el café de la mañana.

La brevedad que San Francisco aconseja aquí es, una vez más, una indicación de que decir múltiples oraciones no es nuestro principal énfasis. Más bien, recomienda estas oraciones como algo habitual, y por tanto, fácil de hacer. Las oraciones que menciona - el Angelus, el Ave María y el Padre Nuestro - se refieren a las tradicionales con los que crecimos, que son fáciles de recordar y de decir. Aunque en otro lugar de su dirección espiritual, San Francisco de Sales hace hincapié en la atención para que la oración sea efectiva, aquí el punto es simplemente orar para santificar estos primeros momentos del día por medio de pensamientos y palabras que son familiares para nosotros. Estos son los elementos básicos del ejercicio de la mañana que en otras tradiciones espirituales toman una forma más larga y definitiva con una redacción fija.

En la espiritualidad salesiana, el punto más importante, como siempre, está en el cultivo de nuestro corazón y alma. Se hace énfasis aquí en estos afectos: adoración, agradecimiento, ofrecimiento, petición de ayuda y bendición. Estos forman la postura del creyente humilde ante el Dios todopoderoso, el Dios que tiene poder sobre la vida y la muerte y que, por su Divina Providencia, ha querido que el día de hoy estemos vivos. No es probable que tengamos pensamientos tan intensos y profundos en las primeras horas de la mañana, pero siguiendo las sugerencias del santo nos pondremos en sintonía con el regalo divino que nos invita a comenzar el día.

En el cultivo de estos afectos, se nos insta a recordar el ejemplo de María (la Virgen), los ángeles y los Santos (nuestros Santos Patronos), a los que podemos saludar o recurrir con un simple "Ruega por nosotros". Una vez más, no parece mucho, pero esta simple letanía crea el recordatorio mental que no estamos solos en esta vida, que otros que han vivido bien nos han precedido, y esto nos ayudará durante el día.
Todo esto está destinado a convertir nuestra rutina de la mañana en algo sagrado. 

Las rutinas desempeñan un papel fundamental en la vida humana, ya que somos capaces de hacerlas sin pensar mucho, son actos confortables y reconfortantes. Psicológicamente, aunque no conscientemente, representan una forma de ejercer un mínimo de control sobre el caos de nuestro entorno. Nuestros hábitos nos llevan a hacer la misma cosa una y otra vez cada mañana; si nos desviamos de nuestra rutina habitual, probablemente sentimos que algo no está bien.

Esto también sucede con la rutina de orar. Las palabras que usamos y las acciones que llevamos a cabo (por ejemplo, hacer la señal de la cruz al ver un crucifijo) constituyen rituales. Cuando esa rutina o ritual se convierte en un hábito - como se pretende con el ejercicio que aquí se sugiere – se crea una zona de confort que nos da calma antes de que iniciemos con los deberes del día. Por lo tanto, incluso el siguiente paso en la rutina de la mañana se puede hacer sagrado:

Vestirnos con el manto del amor de Dios.
A medida que nos vamos vistiendo, haremos la señal de la cruz y diremos:

Mi Señor, cúbreme con tu manto de inocencia y de amor. Dios mío, no dejes que me presente ante Ti despojado de buenas obras.

Aquí el sentido práctico de la espiritualidad salesiana se hace evidente. ¡Todo el mundo se viste! Todo el mundo lo hace de forma automática, sin siquiera pensar mucho al respecto (excepto para decidir qué ponerse). Y todo el mundo lo hace todos los días, incluso cuando la vestimenta es casual. ¿Por qué no, entonces, aprovechar la rutina diaria y convertirlo en una oración diaria?

Pero la aspiración sugerida aquí es tratar de “vestirnos” o cubrirnos con sensibilidad teológica. ¿Cuál es nuestra misión cristiana este día y todos los días? Vivir bien. Vivir en conformidad con la voluntad de Dios (inocencia). Mostrarnos ante los demás con la vestimenta por la cual todo cristiano debe reconocerse, es decir, el amor (o caridad), sin el cual sería despojado de las buenas obras o acciones morales que distinguen los actos humanos de los de los animales.

Así, vestidos con la intención de vivir la fe que creemos, estamos listos para empezar el día de una manera llena de Gracia. Ahora es el momento de prepararse para lo que va a suceder en este día particular.
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Traducción al español, modificaciones y adaptación de PildorasdeFe.net del artículo publicado originalmente en CatholicExchange.com. Autor: Fr. Thomas Dailey

12 RESPUESTAS BIBLICAS PARA SUPERAR PRUEBAS DE LA VIDA

1.- ¿Necesitas valor?
"Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos". (Efesios 6,10-13)

2.- ¿Necesitas protección?
"Porque hiciste del Señor tu refugio y pusiste como defensa al Altísimo. No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa, porque él te encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos".(Salmo 91,9-11)
"El Señor es tu guardián, es la sombra protectora a tu derecha". (Salmo 121,5)

3.- ¿Te estás tambaleando frente a la vida?
"Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna". (Juan 3,16)

"Y el testimonio es este: Dios nos dio la Vida eterna, y esa Vida está en su Hijo. El que está unido al Hijo, tiene la Vida; el que no lo está, no tiene la Vida. Les he escrito estas cosas, a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen la Vida eterna". (1 Juan 5,11-13)

4.- ¿Atravesando apuros económicos?
"Teman al Señor, todos sus santos, porque nada faltará a los que lo temen. Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada". (Salmo 34,10-11)
"Dios colmará con magnificencia todas las necesidades de ustedes, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús". (Filipenses 4,19)

5.- ¿Necesitas del perdón?
"Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos -Jesús, el Hijo de Dios- mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.. (Hebreos 4,14-16)

6.- ¿Buscando dirección para tu vida?
"Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo a él en todos tus caminos y él allanará tus senderos". (Proverbios 3,5-6)

7.- ¿Deprimido?
"El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza". (Salmo 23,1-4)

8.- ¿Necesitando de paciencia?
"Sabemos, además, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio. En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos”. (Romanos 8,28-29)

9.- ¿En búsqueda de la paz?
"Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!”. (Juan 14,27)

10.- ¿Quieres vencer la tentación?
"Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla". (1 Corintios 10,13)

11.- ¿Despreciado por las personas?
"Porque es una gracia soportar, con el pensamiento puesto en Dios, las penas que se sufren injustamente. En efecto, ¿qué gloria habría en soportar el castigo por una falta que se ha cometido? Pero si a pesar de hacer el bien, ustedes soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios.

A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas. Él no cometió pecado y nadie pudo encontrar una mentira en su boca. Cuando era insultado, no devolvía el insulto, y mientras padecía no profería amenazas; al contrario, confiaba su causa al que juzga rectamente". (1 Pedro 2,19-23)

12.- ¿Te sientes débil?
"Pero él me respondió: "Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad". Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2 Corintios 12,9-10)
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Padre Alberto Gambarini, publicado originalmente en Aleteia

miércoles, 9 de septiembre de 2015

UN DIA EN LA VIDA DE LA VIRGEN MARIA



UN DIA EN LA VIDA DE LA VIRGEN MARIA

Dice San Lucas en su Evangelio que el ángel Gabriel fue enviado por Dios a Nazaret (cfr. Lc 1, 26), a una virgen llamada María, para anunciarle que iba a ser la madre del Mesías que todos los judíos esperaban, el Salvador.

Hace unos dos mil años Nazaret era una aldea desconocida para casi todos los habitantes de la tierra. En ese momento la Roma imperial brillaba llena de esplendor. Había muchas ciudades prósperas en las orillas del Mediterráneo. El bullicio de mercaderes y marineros inundaba muchas calles y plazas de ciudades portuarias o emporios comerciales. Nazaret, en cambio, era un puñado de pobres casas clavadas en unos promontorios de roca en la Baja Galilea. Ni siquiera en su región tenía una gran importancia.

A algo más de dos horas de camino a pie se podía llegar a la ciudad de Séforis, donde se concentraba la mayor parte de la actividad comercial de la zona. Era una ciudad próspera, con ricas construcciones y un cierto nivel cultural. Sus habitantes hablaban griego y tenían buenas relaciones con el mundo intelectual greco-latino. 

En cambio, en Nazaret vivían unas pocas familias judías, que hablaban en arameo. La mayor parte de sus habitantes se dedicaban a la agricultura y la ganadería, pero no faltaba algún artesano como José, que con su ingenio y esfuerzo prestaba un buen servicio a sus conciudadanos haciendo trabajos de carpintería o herrería.

La casa de María

La casa de María era modesta, como la de sus vecinos. Tenía dos habitaciones. La interior, era una cueva que servía como granero y despensa. Tres paredes de adobe o mampostería adosadas a la roca delante de esa habitación interior sostenían un entramado de ramas, maderas y hojas que servía de techo, y formaban la habitación exterior de la casa. La luz entraba por la puerta. Allí tenían algunos útiles de trabajo y pocos muebles. Gran parte de la vida de familia se hacía fuera, a la puerta de la casa, tal vez a la sombra de una parra que ayudaría a templar el calor del verano.

Casi todos sus vecinos tenían una casa similar. Las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz parte del antiguo Nazaret. En las casas se aprovechaban las numerosas cuevas que presenta el terreno para acondicionar en ellas sin realizar muchas modificaciones alguna bodega, silo o cisterna. El suelo se aplanaba un poco delante de la cueva, y ese recinto se cerraba con unas paredes elementales. Posiblemente las familias utilizarían el suelo de esa habitación para dormir.

Oraciones de la mañana
La jornada comenzaba con la salida del sol. Alguna oración sencilla, como el Shemá, y enseguida se iniciaba la dura faena. El Shemá es una oración, tomada de la Biblia, que comienza en hebreo por esa palabra, y dice así: “Shemá Israel (Escucha Israel), el Señor nuestro Dios es uno solo Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Guarda en tu corazón estas palabras que hoy te digo. Incúlcaselas a tus hijos y háblales de ellas estando en casa o yendo de viaje, acostado o levantado. Atalas a tu mano como signo, ponlas en tu frente como señal. Escríbelas en las jambas de tu casa y en tus puertas” (Dt 6, 4-9).

Preparación de la comida
Una de las primeras tareas a realizar cada jornada, después de la oración, era la preparación del pan, alimento básico de cada día. Para eso, María, como solían hacer las mujeres, comenzaría por moler el grano de trigo o cebada para hacer la harina. Se han encontrado algunos molinos domésticos, de piedra, de la época de nuestro Señor, que se utilizaban para esta tarea. Después la harina se mezclaba con agua y un poco de sal para formar la masa, a la que se añadía —excepto durante la fiesta de la Pascua— una pizca de levadura. Con la masa fermentada se hacían unas tortas muy delgadas, o unos panecillos, que se cocían en el horno o enterrados en unas brasas, y se comían recién hechos.

La comida de cada día sería bastante parecida a la que conocemos actualmente en las regiones mediterráneas. El pan se partía con la mano, sin utilizar cuchillo, y se tomaba solo o con aceite, y acompañado por vino, leche, fruta, y cuando era posible por algo de carne o pescado. La leche se solía guardar en odres hechos con pieles de cabra cosidas, y se bebía directamente de los mismos. Lo más probable es que casi siempre al tomarla estuviese ácida. 

De la leche también se obtenían la mantequilla y el queso, que eran alimentos básicos allí donde había ganados, como en Galilea. Otro elemento importante en la alimentación de aquellas gentes era el aceite. Y también se tomaban las aceitunas conservadas en salmuera. El aceite se llevaba incluso cuando se iba de viaje, en unas botellitas planas de arcilla de forma parecida a una cantimplora. También era frecuente beber vino, que solía ser fuerte, y por eso se tomaba habitualmente rebajado con agua, y a veces mezclado con algunas especias, o endulzado con miel.

Entre los guisos más habituales estaban los de garbanzos o lentejas. Las verduras más conocidas eran las habas, los guisantes, los puerros, las cebollas, los ajos, y los pepinos. La carne que más se solía comer era la de cordero o cabra, y algo la de gallina. Las frutas más habituales eran los higos, los dátiles, las sandías y las granadas. Las naranjas, hoy tan abundantes en aquella zona, todavía no eran conocidas en la Galilea en la que vivió Santa María.

Antes de comer cada día, se solían recitar unas oraciones para dar gracias a Dios por los alimentos recibidos de su bondad. La bendición de la mesa se hacía más o menos en estos términos: “Benditos seas, Señor, Dios nuestro, rey del Universo, que nos has dado hoy para comer el pan, fruto de la tierra”. Y se respondía: “Amén”.

Ancient Photo of Mary's Well Nazareth - The spring of the Virgin Mary
Transporte del agua y lavado de la ropa
Para la preparación de la comida, un trabajo duro que era necesario realizar cada día era el transporte del agua. La fuente de Nazaret estaba a cierta distancia, algo más de quince minutos andando desde las casas de la aldea. Posiblemente María iría allí cada mañana a llenar su cántaro, y regresaría a su hogar cargándolo sobre la cabeza, como es costumbre en la zona, para seguir su trabajo. Y algunos días tal vez tuviera que volver a sus inmediaciones en otros momentos del día, para lavar la ropa.

La ropa que tendría que lavar María sería la que utilizaban ella, José y Jesús. La vestimenta habitual estaba compuesta por un vestido o túnica interior, amplia, que solía ser de lino. Caía hasta las rodillas o pantorrillas. Podía ser sin mangas o con mangas hasta la mitad del brazo. La túnica se ceñía al cuerpo con una especia de faja, hecha con una franja larga y ancha de lino, que se enrollaba varias veces alrededor del cuerpo, pero no siempre ajustada de modo liso, sino que en algunas de esas vueltas se formaban pliegues, que podían utilizarse para llevar el dinero. Sobre la túnica se llevaba el vestido exterior, o manto, de forma cuadrada o redondeada, que habitualmente era de lana.

La mayor parte de los días de María fueron, sin duda, totalmente normales. Gastaba muchas horas en las tareas domésticas: preparación de la comida, limpieza de la casa y de la ropa, e incluso ir tejiendo la lana o el lino y confeccionando la ropa necesaria para su familia. Llegaría agotada al final del día, pero con el gozo de quien sabe que esas tareas aparentemente sencillas tienen una eficacia sobrenatural maravillosa, y que haciendo bien su trabajo estaba realizando una tarea de primera magnitud en la obra de la Redención.

Artículo originalmente publicado por Primeros Cristianos

martes, 8 de septiembre de 2015

"ADORAR A MARIA"

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Después de muchas acusaciones de «adorar a María» es el momento de ponerme de pie por mi mamá y de defender su honor.

Amo a la Santísima Virgen María…

Ahí está, lo dije y me alegro de haberlo hecho.

Como Católico soy muy afortunado de ser parte de la iglesia que verdaderamente honra y respeta a la Madre de mi Señor y Salvador. Debo admitir que a pesar de que soy Católico de nacimiento, no siempre me sentí de esta manera. De hecho, durante la mayor parte de mi vida yo no entendía el papel de María, ni me importaba mucho.

¡Qué error! Ahora, después de muchas acusaciones de "adorar a María" en mi página de Facebook, es el momento de ponerme de pie por mi mamá. Y a pesar de que la amo y quiero defender su honor, no tengo ninguna intención de ser desagradable en mis respuestas. Más bien, prefiero presentarles cinco hechos sobre María.

Antes de acusar a los Católicos de "adorar a María", les pido que se tomen un tiempo para evaluar estos hechos, algunos tienen una manera de tapar los agujeros en la teoría de que ponemos demasiado énfasis en María. Así que, si aun después quieres acusarnos de adorar a María, te sugiero que ignores estos hechos.

Dios envió al Salvador a través de María.
Señalo esto de primero porque es muy difícil minimizar la importancia de María, al mismo tiempo que se reconoce que el Mesías, al que por tanto tiempo esperamos, vino a la tierra para nacer a través de una mujer… y esa mujer fue María. De todas las formas en las que Jesús pudo haber llegado a la tierra, ¿por qué eligió a María? Entonces, si María fue muy importante para Dios, ¿no debería ella significar algo para nosotros?.

Jesús realizó su primer milagro a petición de María.
Esta es otra buena razón. Oh lo sé, Jesús no necesitaba a María para convertir el agua en vino en Caná. Ella casualmente estaba allí. Bien, ¿por qué entonces San Juan cuando hizo la lista de los invitados a su boda puso a María de Primera?

"Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí; También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos" (Juan 2,1-2)

Si María no es importante en este capítulo, ¿por qué está en la lista ANTES que los Apóstoles y ANTES que Jesús? San Juan Evangelista no es conocido por insertar detalles extraños. María estaba primero porque Juan quería destacar su presencia en la boda.

Pero ¿Qué hay de "el reproche"? Sabes, ese argumento que dice que Jesús le estaba diciendo a María que no se entrometiera cuando le dijo:

"Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía".(Juan 2,4)

Primero, déjame decirte que Jesús era un judío devoto y un seguidor obediente de los diez mandamientos. ¿Por qué Él deshonraría públicamente a su madre en violación al cuarto mandamiento? En segundo lugar, si se trataba de un "déjalo" de Jesús, ¿por qué siguió adelante y realizó el milagro de convertir agua en vino? Este no hubiera sido el final de esa solicitud. Por supuesto que no lo haría, a menos que Él no estuviera ignorando a María.

Cuando su madre intercedió en nombre de la pareja, Nuestro Señor decidió que su tiempo había llegado. ¿No crees que Jesús esté tratando de decirnos algo?, ¿No crees que sea probable de que Jesús esperara hasta el momento de la petición de María, con el fin de mostrarnos su poder de intercesión?, ¿No explica eso porque San Juan la mencionó primero en la lista de invitados?

Jesús le entregó a María a Juan en la cruz.

En el momento en que Jesús sufrió y murió en la cruz, Jesús hizo una declaración muy profunda:

"Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa". (Juan 19,27-28)

¿Por qué mientras luchaba para hablar en la cruz, Jesús habría dicho esas palabras si no significaban nada?, ¿Pudo haber tenido Él sólo una simple charla? Obviamente había una razón para que nuestro Señor hiciera lo que hizo.

La Iglesia siempre ha creído que Juan representa cada miembro de la Iglesia y que desde ese momento en adelante, María se convirtió en una Madre espiritual. Las Escrituras nos dicen que ese día Juan acepto el regalo de Jesús "y la llevó a su casa" (Juan 19,27). ¿No deberíamos hacer lo mismo?

Las primeras gracias de Jesús fueron dados a través de María.

Este es un hecho que con frecuencia es pasado por alto por aquellos que desean minimizar la importancia de María y viene directamente de la Biblia.

Después de aceptar el ofrecimiento de Dios de ser la Madre del Salvador, María viajó "con prontitud" a visitar a su pariente Isabel.

"Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo". (Lucas 1,41)

De acuerdo con este pasaje de la Biblia, incluso antes del nacimiento de Jesús, se utilizó la voz de María para entregar las gracias a Isabel. ¿Por qué?, ¿Porque ella no es importante?, ¿No hay otra forma en que esas gracias se podrían haber repartido? ¿No te convence esto? Escucha lo que Isabel dijo (también directamente desde la Biblia):

"Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas"(Lucas 1,44)

Es muy difícil negar la importancia de la presencia y la voz de María, en la dispensación de estas gracias a Isabel. ¿Las gracias se originaron de María? No, obviamente vinieron de Jesús. Sin embargo, Él eligió tener a María y usar su voz para entregarlas. ¿Por qué? Porque Él quiere que nos demos cuenta de que ella es importante.

Jesucristo es el mediador único entre Dios y el hombre.

Ahora, ¡esto no tiene sentido!. ¿Cómo ayuda esto en apoyar la posición católica? Es por esto que nosotros los católicos "tenemos todo esto equivocado", ¿no es así? Lo siento si estoy reventando las burbujas de alguien, pero los católicos creemos absolutamente que Jesús es el único mediador entre Dios y el hombre. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) así lo establece claramente:

"La intercesión es una oración de petición que nos lleva a orar como lo hizo Jesús. Él es el único intercesor ante el Padre en nombre de todos los hombres, especialmente los pecadores". (CIC 2634)

Esta enseñanza católica es apoyada por los siguientes pasajes Bíblicos:

"Dios es único, y único también es el mediador entre Dios y los hombre, Cristo Jesús hombre; Que en el tiempo fijado dio el testimonio: se entregó para rescatar a todos". (1 Timoteo 2,5-6)

Aunque Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, no evita que otros (incluyendo a María) puedan estar involucrados en una mediación subordinada o intercesión. San Pablo, quien hizo la declaración anterior, obviamente es consiente ese hecho, ya que él varias veces insta a sus lectores a orar los unos por otros (Romanos 1:9, 1 Tesalonicenses 5,25, 1 Timoteo 2,1).

El Catecismo se refiere a este tipo de intercesión como una "participación en la intercesión de Cristo" (CIC 2635) y se pone en práctica cada vez que oramos los unos por otros. Pedir a María que interceda por nosotros de ninguna manera quita el papel de Jesús como mediador de Dios y los hombres.

Conclusión

Aunque no soy tan ingenuo como para pensar que la inclusión de estos cinco hechos hará que me inmune a nuevas acusaciones de "adorar a María", creo que tendrán efecto si se miran con una mente abierta.

La Sagrada Escritura, no contiene una gran cantidad de palabras sobre María, pero lo que está ahí tiene un gran alcance. Los teólogos han pasado 2000 mil años estudiando sus apariciones bíblicas y continuarán haciéndolo. Podemos aprender mucho al estudiar el papel de María como se documenta en las páginas de la Biblia.

Si alguien quiere acusarme de ser un "adorador de María", le pido primero que mire estos cinco hechos. Si aun desea señalar con el dedo, tendrá que ignorar estas afirmaciones de hechos… porque aceptarlas socavará seriamente la credibilidad de los acusadores



Traducción al español, modificaciones y adaptación de PildorasdeFe.net del artículo publicado originalmente en Catholic Exchange. Autor: Gary Zimak

ORACION PARA SANAR MI RELACION CON MARIA

Si te cuesta pedir la intercesión de la Virgen y quieres mejorar tu relación de hijo con ella, te recomendamos esta sencilla oracion:

María, madre mía del cielo,
quisiera confiar completamente
en tu cariño y en tu compañía.
Pero hay muchas cosas dentro
de mí que no me dejan amarte
con profundidad.
A veces siento que no vale la
pena dedicarte mi tiempo o
depositar mi confianza
en tus brazos de madre.

Otras veces hay dentro de mí
una resistencia a tu amor, como si
le tuviera miedo a tu ternura, como
si pudieras absorberme o asfixiarme.
Y otras veces me quedo confundido
ante una imagen tuya,
como si fueras fría o distante.

Ayúdame a sanar
esa desconfianza y esa frialdad.
Quizás alguna vez no pude descubrirte
a mi lado cuando más necesitaba
tu ayuda, no recibí lo que te pedí,
y entonces cerré  mi corazón herido.
Por eso te ruego María, 
que me ayudes a sanar cada vez más
esta relación contigo.

Es bello poder confiar en una madre,
hablar de nuestro cariño,
y recibir su amor materno
que fortalece y anima.
Pero hay dentro de mí 
algunas perturbaciones afectivas
que yo no puedo sanar.

Ayúdame Madre,
intercede ante el Espíritu Santo,
que llena tu corazón inmaculado.
Pídele que sane esa falsa imagen
que tengo de ti y que me haga
reconocer tu verdadero rostro de
madre, pura belleza, vida, paz y alegría.
Muéstrame que en tu amor no hay
egoísmo, posesividad, debilidades ni
peligros. Ayúdame a experimentar ese
amor que me deja libre, que me alienta,
que me sostiene, que me hace descansar.

Pídele al Espíritu Santo que toque mi
interior y lo sane, porque quizás hay
cosas que curar en la relación con mi
madre de la tierra, porque mi trato con
ella no fue siempre feliz y lleno de
confianza. Y ahora traslado a mi relación
contigo esas carencias de mi experiencia
como hijo.

Pero, aunque a veces escapo de ti,
yo sé que te necesito, que necesito
reposar un poco en tu regazo, que
me hace falta tu ternura inmensa
de mujer.

Tómame con tu paciencia y tu
delicadeza de madre y atráeme con
dulzura, para que pueda experimentar
tu ayuda cuando más te necesite.
Engéndrame, fórmame de nuevo
en tu seno por el poder del Espíritu
Santo. Déjame desarrollarme en tu
interior y dame a luz.

Quiero nacer de ti con alegría y
comenzar de nuevo, para tomar
conciencia de tu preciosa maternidad
y vivir con más fortaleza y confianza.
Tómame en tus brazos, y enséñame
a liberarme de todas mis resistencias.
Gracias, Madre, porque siempre
me estás esperando.
Amén
-
Víctor Manuel Fernández. Para mejorar tu relación con María. Fundamentos Bíblicos, advocaciones y oraciones. Capitulo 6, Oraciones para sanar y mejorar nuestra relación con María | Publicado originalmente en 
PildorasdeFe.net