lunes, 7 de septiembre de 2015

QUE SIGNIFICA PONERSE DE RODILLAS CUANDO SE REZA

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Rezar de rodillas no es un símbolo de esclavitud ni indigencia sino una manera de reconocer los propios límites y la necesidad de Dios.

El hombre por naturaleza es religioso
Así es, es homo religiosus, como es homo sapiens y homo faber. El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre.

Los hombres de todas las épocas, desde la era digital hasta las cavernas, han buscado a Dios en la oración para dar sentido a sus vidas.

El hombre lleva en sí una sed de infinito, una nostalgia de eternidad, una búsqueda de belleza, un deseo de amor, una necesidad de luz, que lo empuja hacia lo Absoluto; el hombre lleva en sí mismo el deseo de Dios.

¿Cómo definimos la oración?
La oración, antes que una práctica o fórmula, es una postura interior, antes un acto de culto o unas palabras, es un modo de ser ante Dios... Rezar significa sentir el sentido del mundo fuera del mundo.

"La dinámica de orar de rodillas significa postrarse declarando nuestro límite y manifestando la necesidad de Dios."

En la experiencia de la oración, la criatura humana expresa toda su conciencia de sí mismo y a la vez dirige toda su persona hacia el Ser delante el cual se está.

La oración, que es apertura y elevación del corazón de Dios, se convierte en relación personal con el Señor

Papa emérito Benedicto XVI,  audiencia general de 11 de Mayo de 2011:

Ahora, te invitamos a que tomes una imagen de Jesús -te sugerimos una donde él muestre su rostro-, luego te pongas de rodillas y comienza a dialogar con el Él como con un amigo. A Continuación te dejamos este pequeño diálogo que puede servirte para este propósito:

Señor mío, Jesús mío, en medio de todas las situaciones complicadas de mi vida que me anclan a un abismo de pasado y dolor, allí llegas Tú a acudir en mi rescate. Aun no comprendo ni comprenderé jamás ese inmenso amor con el que me amas y me perdonas. Eres tan generoso, siempre fiel y cumplidor de tus promesas.

Yo aquí, como tullido por mis propias faltas, por mis pecados y errores, atado a muchas angustias y depresiones. Por eso, hoy acudo a ti, el gran Médico de médicos para escucharte y quedar sano con tu palabra. Siempre me perdonas y me invitas a dejar la mala vida. Me has dejado el Sacramento de la reconciliación para poder contar con tu misericordia cada vez que la necesite. Quiero seguir creciendo en santidad y para eso necesito de tu luz y tu apoyo.

Señor mío, en Ti encuentro la fuerza para salir de esta condición estática y paralizante que nublan mis sentidos. Pongo toda mi esperanza en Ti. Sana mi corazón con tu misericordia y dame tu gracia para seguir avanzando y ser feliz. Confío en que ahora estás pasando tu mano sanadora sobre este servidor. Te amo y confío en Ti que eres siempre fiel. Amén

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Publicado originalmente en:
 PildorasdeFe.net