sábado, 25 de diciembre de 2021

LOS HOMBRES DEBEN APRENDER A ORAR

 



Artículo escrito por el Padre Evavisto Sada:

Habrán visto la película “August Rush” donde encontramos a un niño, Evan, que sigue la música. No sabe tocar, no hay quién le enseñe; la música la lleva dentro, le atraen los sonidos, les encuentra un sentido, aún a los más caóticos. La música corre por sus venas. Su historia es una sinfonía. Para Evan, la música, más que una técnica o un arte que aprendió a base de mucha práctica, es un instinto, un reclamo interior, algo que supera lo racional, una vocación. Tocar o escuchar música no es una actividad para él, la música es su vida, su lenguaje.

Los instintos

Durante estos días de misiones me han regalado tres gallinas, un gallo y un guajolote. Observando su comportamiento quedo sorprendido del instinto animal. El primer día lo usan las gallinas para ubicarse en su nuevo hogar y para conocerse entre sí. Al día siguiente, sin necesidad de ningún control ni de jaulas especiales, salieron juntas a buscar alimento sin sobrepasar los límites de la propiedad. Al final de la tarde, ellas solas, sin esperar ninguna señal se recogieron en el tendedero de ropa, en el mismo lugar donde las pusieron para pasar su primera noche. Me dijeron que era necesario colocar un palo para que durmieran. Apenas oscurece, la comunidad se sube al palo.

¿Por qué andan siempre juntas? ¿Por qué no se salen de la propiedad siendo que no hay barda por ningún lado? ¿Por qué al atardecer vuelven solas a su jaula? ¿Por qué se suben a un palo para dormir? Nadie les ha enseñado a hacer nada de esto. Es algo instintivo en ellas, como para los salmones es instintivo viajar hasta dos mil millas hasta el lugar donde nacieron para allí desovar y morir. Un instinto es un impulso de la naturaleza. Son formas de comportamiento que nacen de su misma naturaleza.


Como pez en el agua

Cuando los discípulos de Emaús caminaron junto a Jesús vivieron una experiencia muy especial, se sintieron profunda y radicalmente felices. Por eso dijeron: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24, 32) Vivieron la experiencia de la armonía y de la belleza.

Buscar a Dios y disfrutar de su presencia es algo connatural al ser humano. Para eso fuimos hechos y nos sentimos realizados cuando las cosas son conforme a nuestra identidad y naturaleza, de acuerdo con nuestras convicciones y aspiraciones más profundas. Orar es para hombres.


Como una brújula

Por naturaleza buscamos la felicidad, buscamos la paz, buscamos a Dios. Allá en lo más profundo de nuestro ser llevamos una aguja que apunta siempre hacia el Norte, como la brújula. Fuimos hechos para Dios, estamos llenos de Dios. Dios es la Vida y es el Creador de la vida, su vida corre por nuestras venas, estamos como impregnados de Él. Al margen de Él la vida es muerte. Por eso Jesucristo insistió: “Permaneced en mi amor”. Diez veces repitió en la última cena el mensaje de permanecer en Él. 

Si lo desean, pueden leer todas las palabras de despedida de Jesús durante la última cena en el evangelio de Juan (capítulos 13 al 17.) Aquel día, la noche anterior a su Pasión, Jesús de una y otra manera quiso darnos a entender esto: Lo único que puede salvarte es que tengas una íntima unión conmigo, que haya entre tú y yo una amistad muy cercana, que vivas de mí. Yo soy la vid de Dios, tú tienes que ser las ramas unidas a mí. Si no, morirás.


Como la vid y los sarmientos

Y mientras nos pedía permanecer a su lado, dio un toque de intimidad a sus palabras, como diciendo que quien permaneciera unido a Él crecería en intimidad con Él y así alcanzaría la felicidad profunda. En ese pasaje, encontramos más de veinte expresiones de esta intimidad. El texto recuerda al Cantar de los cantares. Jesús invita al amado a vivir en la casa en su amor. Permaneced… a mi lado….

Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros

 Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.

Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.

 Vosotros sois mis amigos… todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

 Yo os he elegido…


La oración como condición existencial

En mi vida personal y en mi trabajo sacerdotal he advertido que una de las deficiencias más frecuentes en la vida de oración es considerar la relación con Dios como una actividad y no como una condición existencial. Creo que es más propio hablar del hombre interior, del hombre de oración, de la vida de oración, y no de "hacer oración". 

La mentalidad racionalista y pragmática occidental nos lleva a querer resolverlo todo con buenos métodos, con mejores técnicas, con más conocimientos y con la formación en habilidades especiales. Y por eso muchos se hacen ilusiones de encontrar un maestro que les enseñe a orar por medio de un curso. Se centra la atención en la actividad y se buscan técnicas eficaces, cuando lo más importante es buscar la realización profunda de la propia identidad como hombre, como hijo de Dios y como cristiano.

Clase de oración de Don Pablo

Tuve una conversación de lo más sabrosa con un pobre pastor que se llama Pablo. Me compartió más o menos estas ideas: “Desde joven busqué la tranquilidad, mi corazón así me lo pedía; disfrutaba la soledad. He sido pastor toda mi vida, soy pobre, pero me encuentro bien, siento que Dios está siempre a mi lado y me gusta estar con Él. Ahora que soy viejo estoy en paz. Las praderas, las montañas y las cascadas son bonitas, pero lo que más disfruto es lo que llevo dentro. Allá en el fondo soy muy feliz. Pida a Dios que tenga misericordia de este pobre pecador, que se apiade de mí y que me permita alcanzar el cielo.”

Don Pablo es feliz aún cuando carece de muchas cosas materiales indispensables, pasa frío y seguramente tendrá problemas personales y familiares como toda persona normal y que a algunos los llevan a la desesperación e incluso al suicidio. ¿A qué se debe? El no ha buscado la felicidad en las cosas exteriores, sino en la vida interior, y la vida interior la ha buscado en la intimidad, en el silencio y la soledad. La vida de oración es algo mucho más profundo que toca nuestra identidad y nuestra existencia. Don Pablo nos enseña que la felicidad y la oración no hay que buscarla fuera de nosotros. La oración no está en buenos libros, no está en las ideas, no está en buenos métodos. Está en lo más profundo de nuestro corazón. En la médula de nuestra existencia y en nuestra misma condición de bautizados.

En virtud de la gracia bautismal que corre por sus venas, Don Pablo presintió desde niño que no estaba solo, que Alguien que le supera y que es su principio vital le llama continuamente y le acompaña siempre desde dentro. Escuchó esa voz interior y la siguió, como Evan seguía la música. Don Pablo experimentó y experimenta una honda nostalgia de eternidad; esto es algo propio del ser humano, y Don Pablo se ha comportado como un verdadero hombre. No se lo enseñó nadie, siguió la voz de su conciencia, el reclamo de un corazón profundo.


martes, 7 de diciembre de 2021

COMO DIALOGAR CON DIOS

 


Nos dicen que busquemos a Dios en todas las cosas, pero en realidad no lo vemos de la misma manera en que vemos a las demás personas. Nos explican que orar es escuchar a Dios, pero a Dios no le escuchamos como oímos los sonidos, ni como escuchamos las palabras de un amigo en una conversación.

Efectivamente, sólo vemos y escuchamos a Dios mediante la fe y el amor.

Alcanzar lo invisible a través de medios visibles

Dios se vale de algunos medios para le alcancemos a Él, que es invisible, a través de algunas realidades visibles y tangibles. Él se nos revela a través de algunos medios, como son Su Palabra, la Sagrada Eucaristía, las creaturas, la historia, los símbolos e imágenes, etc. De diversas maneras descubrimos Su presencia y escuchamos Su voluntad a través de estos medios. Alcanzamos lo invisible mediante lo visible.

La Palabra de Dios

Me refiero ahora a uno de estos medios que tenemos a nuestro alcance para escuchar a Dios y dialogar con Él: la Palabra de Dios. En ella lo veneramos y en ella lo vamos conociendo cada día más, tal y como Él quiso revelarse.

“La novedad de la revelación bíblica consiste en que Dios se da a conocer en el diálogo que desea tener con nosotros. (…) Dios se nos da a conocer como misterio de amor infinito en el que el Padre expresa desde la eternidad Su Palabra en el Espíritu Santo. (…) El Verbo, que desde el principio está junto a Dios y es Dios, nos revela al mismo Dios en el diálogo de amor de las Personas divinas y nos invita a participar en él.” (Verbum Domini, 6)

Dios ha hablado y sigue hablando

Pero la Palabra de Dios no es estática o muerta. La Palabra de Dios encierra una riqueza y una virtualidad inmensas que el Espíritu Santo nos va descubriendo a cada uno personalmente en la oración. Se nos revela, se nos da a conocer a lo largo de la historia, de nuestra historia y en el interior de nuestra conciencia cuando hacemos de la Palabra de Dios objeto privilegiado de nuestra meditación diaria. La oración centrada en la Palabra de Dios tiene sello de garantía y autenticidad.

“Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía” (Dei Verbum, 2)

Interiorizar y actualizar la Palabra

Cuando meditamos la Palabra de Dios y la hacemos materia de nuestra oración en la intimidad del propio corazón, se da una conversación personal entre Dios y cada uno de sus hijos. Es como una carta que Dios me escribe personalmente a mí. Nuestra tarea en la oración consiste en leerla con atención, meditarla y contemplarlo a Él interiorizando la Sagrada Escritura en nuestra conciencia y nuestro corazón y actualizándola en el aquí y el ahora de nuestra historia.

Al interiorizar la Palabra de Dios, el Espíritu Santo me habla a mí personalmente. Al actualizar la Palabra de Dios, se aplica y toma sentido en mi existencia. Se convierte en vida. Es así como se da el diálogo entre Dios y sus hijos.

“En los libros sagrados, el Padre, que está en el cielo, sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos. Y es tan grande el poder y la fuerza de la Palabra de Dios, que constituye sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual.” Dei Verbum, 21.

Un ejemplo: carta de amor del Padre

Vamos a poner un ejemplo, valiéndonos de esta “Carta de amor del Padre” que cayó en mis manos hace algunos meses. Es una recopilación de textos y referencias de la Sagrada Escritura en clave del amor del Padre.

Esta carta de amor del Padre ofrece materia de meditación y contemplación para muchas horas de oración. A mí me ha servido para dialogar con Dios de manera íntima, profunda y provechosa. Su Palabra me interpela personalmente conforme la voy interiorizando y actualizando, sin prisas.

Es probable que no me conozcas, pero yo te conozco perfectamente bien... Salmos 139.1
Sé cuando te sientas y cuando te levantas... Salmos 139.2
Todos tus caminos me son conocidos... Salmos 139.3
Pues aún tus cabellos están todos contados... Mateo 10.29-31
Porque fuiste creado a mi imagen... Génesis 1.27
En mi vives, te mueves y eres… Hechos 17.28
Porque linaje mío eres... Hechos 17.28
Antes que te formase en el vientre, te conocí… Jeremías 1.4-5
Fuiste predestinado conforme a mi propósito… Efesios 1.11-12
No fuiste un error... Salmo 139.15
En mi libro estaban escritos tus días… Salmos 139.16
Yo determiné el momento exacto de tu nacimiento y donde vivirías… Hechos 17.26
Tu creación fue maravillosa… Salmos 139.14
Te hice en el vientre de tu madre… Salmos 139.13
Te saqué de las entrañas de tu madre… Salmos 71.6
He sido mal representado por aquellos que no me conocen… Juan 8.41-44
No estoy enojado ni distante de ti; soy la manifestación perfecta del amor… 1 Juan 4.16
Y deseo derramar mi amor sobre ti... 1 Juan 3.1
Simplemente porque eres mi hijo y yo soy tu padre… 1 Juan 3.1
Te ofrezco mucho más de lo que te podría dar tu padre terrenal… Mateo 7.11
Porque soy el Padre perfecto… Mateo 5.48
Toda buena dádiva que recibes viene de mi… Santiago 1.17
Porque yo soy tu proveedor que suple tus necesidades… Mateo 6.31-33
Mi plan para tu futuro está lleno de esperanza… Jeremías 29.11
Porque te amo con amor eterno… Jeremías 31.3
Mis pensamientos sobre ti se multiplican más que la arena en la orilla del mar… Sal 139,17-18
Y me regocijo sobre ti con cánticos… Sofonías 3.17
Nunca me volveré atrás de hacerte bien… Jeremías 32.40
Tú eres mi especial tesoro… Éxodo 19.5
Deseo afirmarte de todo corazón y con toda mi alma… Jeremías 32.41
Y te quiero enseñar cosas grandes y ocultas que tú no conoces… Jeremías 33.3
Me hallarás, si me buscas de todo corazón… Deuteronomio 4.29
Deléitate en m í y te concederé las peticiones de tu corazón… Salmo 37.4
Porque yo inspiro tus deseos… Filipenses 2.13
Yo puedo hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pides o entiendes… Efesios 3.30
Porque yo soy quien más te alienta… 2 Tesalonicenses 2.16-17
Soy también el Padre que te consuela en todos tus problemas… 2 Corintios 1.3-4
Cuando tu corazón está quebrantado, yo estoy cerca a ti… Salmos 34.18
Como el pastor lleva en sus brazos a un cordero, yo te llevo cerca de mi corazón… Isaías 40.11
Un día enjugaré toda lágrima de tus ojos… Apocalipsis 21.3-4
Y quitaré todo el dolor que has sufrido en esta tierra… Apocalipsis 21.3-4
Yo soy tu Padre, y te he amado como a mi hijo, Jesucristo… Juan 17.23
Porque te he dado a conocer mi amor en Jesús… Juan 17.26
Él es la imagen misma de mi sustancia... Hebreos 1.3
Él vino a demostrar que yo estoy por ti y no contra ti… Romanos 8.31
Y para decirte que no tomaré en cuenta tus pecados… 2 Corintios 5.18-19
Porque Jesús murió para reconciliarnos... 2 Corintios 5.18-19
Su muerte fue mi máxima expresión de amor por ti… 1 Juan 4.10
Entregué todo lo que amaba para ganar tu amor… Romanos 8.31-32
Si recibes el regalo de mi Hijo Jesucristo, me recibes a mí… 1 Juan 2.23
Y nada te podrá volver a separar de mi amor… Romanos 8.38-39
Vuelve a casa y participa en la fiesta más grande que el Cielo ha celebrado… Lucas 15.7
Siempre he sido y por siempre seré tu Padre… Efesios 3.14-15
Mi pregunta es... ¿Quieres ser mi hijo? Juan 1.12-13
Aquí te espero… Lucas 15.11-32

Con amor, tu Padre.

COMO HACER QUE LA ORACION NO SEA DE RUTINA



 ¿Cómo hacer que la oración no se convierta en una rutina o algo superficial? 

Para hacer oración de verdad, es muy importante examinar el propio corazón y poner ante Dios los propios sentimientos, deseos, frustraciones, alegrías y penas, las necesidades. Si no es así, la oración nunca se convierte en un verdadero diálogo con Él.

¿Cómo se lleva a cabo? San Ignacio de Loyola estableció una herramienta llamada “Examen de la Oración”, que es la que inspira esta guía que se propone a continuación (no es muy larga, basta un cuarto de hora al día) que puede ser rezada en cualquier momento. Especialmente en los momentos menos buenos: cuando nos ha sucedido algo o cuando nos hemos equivocado.
 
Es el momento de examinar las “verdades profundas” que hay por debajo de la superficie de nuestra existencia diaria. Este examen intenta profundizar en los propios sentimientos, emociones, comportamientos y motivaciones para descubrir una o dos verdades detrás.
 
¿Cómo se hace esta oración?
 
1. Empiezo a mi manera habitual (puede ser con una pequeña oración, la señal de la cruz, etc.)
 
2. Dedico unos momentos a la gratitud, a dar gracias a Dios por las bendiciones, pequeñas o grandes, que he recibido hoy: cómo me he levantado, una palabra amable de un amigo, mi inmerecida buena salud, otro día con mi esposo/a.
 
3. Le pido a Dios que me revele algunas verdades sobre las relaciones importantes en mi vida. Por ejemplo, “no me había dado cuenta, pero...”
 
• Estoy enfadado con …
• Me atrae…
• Me llevo mejor con …
• No estoy tan enfadado con … parece que le he perdonado y no me había dado cuenta
• Me dan miedo las reacciones agresivas de ...
• Estoy intentando impresionar a…
 
4. Si descubro algo importante, algo que me haga decir: “vaya, nunca me había dado cuenta de esto”, me quedo meditando sobre esto el resto del Examen. Si no descubro nada en particular, entonces me concentro ahora en mis pensamientos, sentimientos y actitudes ante los acontecimientos, sobre los apegos que tengo, sobre mi relación conmigo mismo. Por ejemplo: “no me había dado cuenta pero...”
 
• Me da tristeza que … se vaya.
• No estoy tan ansioso con esa sobrecarga de tarea en la oficina.
• Me preocupa mi situación económica.
• Pierdo mucho tiempo en búsquedas inútiles en internet.
• Me gustaría mucho tener … cuando quizás mis circunstancias no me lo permiten.
• Me estoy haciendo viejo y me cuesta reconocerlo.
• No soy tan malo en … como yo creía.
• Aunque soy pesimista, la situación … se está arreglando.
 
5. Cuando descubro una verdad escondida, tengo sencillamente una conversación con Dios sobre esta realidad en mi vida. La sintetizo en una frase clara y sencilla y se la digo a Dios, sin esconderme.
 
6. Soy consciente de mis emociones cuando hablo de esto con Dios. ¿Cuál es el sentimiento más fuerte cuando se lo digo? Pues lo añado a mi oración. Por ejemplo: “Señor, me siento … cuando reconozco que …”. Presento todo esto a Dios.
 
7. Me quedo en silencio e intento ver qué quiere Dios decirme sobre esta realidad. ¿Qué dice Dios sobre ello? ¿Qué dice sobre cómo me siento? Le pregunto a Dios: “¿Qué tengo que hacer con esto?”
 
8. Si me siento respondido, me comprometo con Dios sobre esto y le pido ayuda para ser fiel a mi compromiso.
 
9. Termino a la manera acostumbrada. Puede ser recitando una oración, o cantando, o repitiendo una frase de la Escritura.
 
Artículo adaptado por Aleteia del original de Mark E. Thibodeaux, SJ, a su vez tomado del libro Reimagining the Ignatian Examen: Fresh Ways to Pray from Your Day del mismo autor (Loyola Press).

domingo, 21 de noviembre de 2021

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY

 Solemnidad de Cristo Rey

La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn 18, 36). Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.

Cristo Rey anuncia la Verdad y esa Verdad es la luz que ilumina el camino amoroso que Él ha trazado, con su Vía Crucis, hacia el Reino de Dios. "Si, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz."(Jn 18, 37) Jesús nos revela su misión reconciliadora de anunciar la verdad ante el engaño del pecado. Así como el demonio tentó a Eva con engaños y mentiras para que fuera desterrada, ahora Dios mismo se hace hombre y devuelve a la humanidad la posibilidad de regresar al Reino, cuando cual cordero se sacrifica amorosamente en la cruz.

Esta fiesta celebra a Cristo como el Rey bondadoso y sencillo que como pastor guía a su Iglesia peregrina hacia el Reino Celestial y le otorga la comunión con este Reino para que pueda transformar el mundo en el cual peregrina.

La posibilidad de alcanzar el Reino de Dios fue establecida por Jesucristo, al dejarnos el Espíritu Santo que nos concede las gracias necesarias para lograr la Santidad y transformar el mundo en el amor. Ésa es la misión que le dejo Jesús a la Iglesia al establecer su Reino.

Se puede pensar que solo se llegará al Reino de Dios luego de pasar por la muerte pero la verdad es que el Reino ya está instalado en el mundo a través de la Iglesia que peregrina al Reino Celestial. Justamente con la obra de Jesucristo, las dos realidades de la Iglesia -peregrina y celestial- se enlazan de manera definitiva, y así se fortalece el peregrinaje con la oración de los peregrinos y la gracia que reciben por medio de los sacramentos. "Todo el que es de la verdad escucha mi voz."(Jn 18, 37) Todos los que se encuentran con el Señor, escuchan su llamado a la Santidad y emprenden ese camino se convierten en miembros del Reino de Dios.

"Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tu me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos si están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. ...No te pido que los retires del mundo, sino que los guarde del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad." (Jn 17, 9-11.15-17)

Ésta es la oración que recita Jesús antes de ser entregado y manifiesta su deseo de que el Padre nos guarde y proteja. En esta oración llena de amor hacia nosotros, Jesús pide al Padre para que lleguemos a la vida divina por la cual se ha sacrificado: "Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros." Y pide que a pesar de estar en el mundo vivamos bajo la luz de la verdad de la Palabra de Dios.

Así Jesucristo es el Rey y el Pastor del Reino de Dios, que sacándonos de las tinieblas, nos guía y cuida en nuestro camino hacia la comunión plena con Dios Amor.

¿Por qué Jesucristo es Rey?

Desde la antigüedad se ha llamado Rey a Jesucristo, en sentido metafórico, en razón al supremo grado de excelencia que posee y que le encumbra entre todas las cosas creadas. Así, se dice que:

* Reina en las inteligencias de los hombres porque El es la Verdad y porque los hombres necesitan beber de El y recibir obedientemente la verdad;

* Reina en las voluntades de los hombres, no sólo porque en El la voluntad humana está entera y perfectamente sometida a la santa voluntad divina, sino también porque con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra libre voluntad y la enciende en nobles propósitos;

* Reina en los corazones de los hombres porque, con su supereminente caridad y con su mansedumbre y benignidad, se hace amar por las almas de manera que jamás nadie —entre todos los nacidos— ha sido ni será nunca tan amado como Cristo Jesús.

Sin embargo, profundizando en el tema, es evidente que también en sentido propio y estricto le pertenece a Jesucristo como hombre el título y la potestad de Rey, ya que del Padre recibió la potestad, el honor y el reino; además, siendo Verbo de Dios, cuya sustancia es idéntica a la del Padre, no puede menos de tener común con él lo que es propio de la divinidad y, por tanto, poseer también como el Padre el mismo imperio supremo y absolutísimo sobre todas las criaturas.

Ahora bien, que Cristo es Rey lo confirman muchos pasajes de las Sagradas Escrituras y del Nuevo Testamento. Esta doctrina fue seguida por la Iglesia –reino de Cristo sobre la tierra- con el propósito celebrar y glorificar durante el ciclo anual de la liturgia, a su autor y fundador como a soberano Señor y Rey de los reyes.

En el Antiguo Testamento, por ejemplo, adjudican el título de rey a aquel que deberá nacer de la estirpe de Jacob; el que por el Padre ha sido constituido Rey sobre el monte santo de Sión y recibirá las gentes en herencia y en posesión los confines de la tierra.

Además, se predice que su reino no tendrá límites y estará enriquecido con los dones de la justicia y de la paz: "Florecerá en sus días la justicia y la abundancia de paz... y dominará de un mar a otro, y desde el uno hasta el otro extrema del orbe de la tierra".

Por último, aquellas palabras de Zacarías donde predice al "Rey manso que, subiendo sobre una asna y su pollino", había de entrar en Jerusalén, como Justo y como Salvador, entre las aclamaciones de las turbas, ¿acaso no las vieron realizadas y comprobadas los santos evangelistas?

En el Nuevo Testamento, esta misma doctrina sobre Cristo Rey se halla presente desde el momento de la Anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen, por el cual ella fue advertida que daría a luz un niño a quien Dios había de dar el trono de David, y que reinaría eternamente en la casa de Jacob, sin que su reino tuviera jamás fin.

El mismo Cristo, luego, dará testimonio de su realeza, pues ora en su último discurso al pueblo, al hablar del premio y de las penas reservadas perpetuamente a los justos y a los réprobos; ora al responder al gobernador romano que públicamente le preguntaba si era Rey; ora, finalmente, después de su resurrección, al encomendar a los apóstoles el encargo de enseñar y bautizar a todas las gentes, siempre y en toda ocasión oportuna se atribuyó el título de Rey y públicamente confirmó que es Rey, y solemnemente declaró que le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.

Pero, además, ¿qué cosa habrá para nosotros más dulce y suave que el pensamiento de que Cristo impera sobre nosotros, no sólo por derecho de naturaleza, sino también por derecho de conquista, adquirido a costa de la redención? Ojalá que todos los hombres, bastante olvidadizos, recordasen cuánto le hemos costado a nuestro Salvador, ya que con su preciosa sangre, como de Cordero Inmaculado y sin tacha, fuimos redimidos del pecado. No somos, pues, ya nuestros, puesto que Cristo nos ha comprado por precio grande; hasta nuestros mismos cuerpos son miembros de Jesucristo.


Cortesía Aciprensa

martes, 12 de octubre de 2021

LA IMPORTANCIA DEL SILENCIO


 Mensaje de Faustina Kowalska

En los momentos en que sufro mucho, trato de callarme porque desconfió de la lengua que en esos momentos es propensa a hablar de si misma en lugar de servir para alabar a Dios por todos los beneficios y dones que me han sido proporcionados.

Cuando recibo a Jesús en la Santa comunión le pido que sane mi lengua para no ofender ni a Dios ni a mi prójimo. Grandes culpas se cometen con la lengua, un alma no llegará a
la santidad si no tiene cuidado con su lengua. Deseo que mi lengua alabe a Dios sin cesar.

Estamos rodeados de ruidos y nos distraemos tanto que no podemos escuchar la voz de Dios cuando nos habla.

Muchas veces pecamos gravemente cuando hablamos tanto, es mejor hablar a Dios que al prójimo, pedirle la gracia de sanar nuestra lengua.

Las almas que hablan mucho no pueden llegar a la santidad porque no recibimos las inspiraciones de Dios. A veces somos imprudentes en el hablar. La Virgen María guardaba todo en su corazón, es mejor vivir mas en el silencio para escuchar la voz de Dios, que solo se puede escuchar si se esta en recogimiento.

La lengua es pequeña pero hace cosas grandes. Hay que tener serenidad en el alma, es decir, recogimiento en Dios, Se hace mucho daño al prójimo y al alma.

No es bueno ser tan parlanchinas, le contamos cosas de mas a todo el que nos rodea, los ruidos de afuera nos distraen tanto que no tenemos tiempo de hacer comunión con Dios. El quiere que le hablemos en todo momento. María es nuestro mejor ejemplo del silencio.

Llevemos una vida de silencio interior. La distracción sofoca la voz de Dios. Si le hablamos constantemente a Dios, en algún momento escucharemos su voz

Sor Faustina.



Fuente: Rosario Echeverria

miércoles, 29 de septiembre de 2021

TESTIMONIO EJERCICIO DE LA PEREGRINACION DE SANACION





Durante el mes de Octubre, el centro MAGDALA, en Tierra Santa, a través de su fundador P. Juan María Solana, realizará su tercera peregrinación virtual, esta vez con el nombre de: "PEREGRINACION DE SANACION" de la mano de María Magdalena.

Quién era María Magdalena? Su nombre se deriva de Magdala, población situada sobre la orilla del Mar de Galilea, donde Jesús la encontró por primera vez. Era una mujer que tenía fama de pecadora.

El Evangelio de Lucas 7,36, relata, que Jesús estaba cenando en casa de un fariseo, y cuando ella se entero de que Jesús estaba allí comiendo, se presento en la casa del fariseo con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando se arrojo a los pies de Jesús, y sus lagrimas le bañaban los pies, luego se los secó con los cabellos, también se los besaba y los ungía con el perfume.

Al ver esto, el fariseo dijo para sí: "Si este hombre fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es que le toca, que es pecadora". Jesús se dio cuenta y le dijo en parábola sobre dos hombres que debían a un prestamista, uno 500 y otro 50. Como no tenían con que pagarle, les perdonó la deuda a los dos. Jesús le pregunto cuál de los dos lo amará mas. El fariseo contestó, supongo que aquel al que mas le perdonó. Has juzgado bien, le contestó Jesús, si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonado, al que poco se le perdona poco ama. Entonces le dijo a María Magdalena: Tus pecados quedan perdonados, tu fe te ha salvado, vete en paz!

El P. Juan María Solana nos invitó a realizar un ejercicio de la peregrinación, con el objetivo de identificarnos con esa vasija que ha sido dañada y hecha pedazos, pero que ahora se entrega en manos del Alfarero y del médico de alma y cuerpo. Rompemos hoy nuestra vasija para ir pegando poco a poco esos trozos rotos, a lo largo de toda la peregrinación. Dios, en su infinito amor, nos hace nuevos.

Los afanes del diario vivir nos hacen centrar el tiempo en las cosas vanas, por las cuales nos va llevando el mundo en su aceleración constante, y a sabiendas, de que se había anunciado con anticipación la realización de este ejercicio con la vasija, ese mismo día busqué por toda la casa y no encontré ni un adorno hecho de barro.

Desde este momento, quiero compartir mi testimonio con este muy significativo ejercicio que nos va a llevar a la sanidad de nuestro pasado, de esas cosas que a veces nos da mucho miedo remover, pero que son tan necesarias entregarlas al Señor para sentir liberación y continuar firmemente en la fe.

Primero agradecer a mi Dios Creador por permitirme conocer al Padre Juan María Solana y Magdala. 

Quería encontrar una tinaja tan hermosa como la del Padre Juan, pero pasaron los días y justo el mismo día, y faltando horas para el inicio de este ejercicio, pedí a mi esposo que me llevara rápido a una tienda a comprarla.

Como lo imaginé, no encontré la tinaja que quería, pero saliendo de la tienda, vi unas tazas de cerámica muy bonita y de buen tamaño, de color verde manzana, y atrajo mi atención por su hermosura y delicadeza.

Cuando mi hija la vio quedó encantada por el brillo, el tamaño, la elaboración de la taza y me preguntó dónde la iba a usar, le comenté que fue lo que encontré como vasija para el ejercicio de romperla en este día, como punto de partida para vivir la Peregrinación de Sanación, con María Magdalena.

Desde que la tuve en mis manos, comencé a hablar con Dios y a dar gracias por la bendición de haberme formado desde el vientre de mi madre, tan linda, pura, ingenua  tierna, y desde esas primeras palabras, he estado en un mar de lágrimas, pues algo tan hermoso como es nuestra vida, regalo del más sublime amor de Dios, nosotros por no conocerlo a tiempo, por ignorancia, desconocimiento, casi siempre por desobediencia, vamos destrozando poco a poco, la más perfecta obra de sus manos, a su imagen y semejanza, el ser humano.

Pedí perdón por todos mis pecados, errores y equivocaciones que recordaba con facilidad, y con el tazón en mis manos, lo aferraba fuertemente y pedía perdón, no puede ser que algo tan hermoso, hecho por las manos del Señor, mi Alfarero, lo he despedazado en tantos acontecimientos de mi vida.

Ya sabía que tenía que colocarlo en una bolsa de tela, sentí que esa es la protección de nuestros padres, envueltos en el amor de Dios, para cuando tropecemos, caigamos, nos rompamos, todas las piezas puedan quedar en un solo lugar y no falten cuando venga nuestro Señor a hacernos de nuevo.

Fui al patio de mi casa, hice una breve oración, que aumentó mucho más mis lágrimas de arrepentimiento, y dejé caer la bolsa, el tazón hizo un ruido fuerte de roturas, con un poco de pena, pero con ánimos de confianza en mi Señor, tomé la bolsita y hasta la sentí más pesada que cuando el tazón estaba entero.

Vi un poco los fragmentos de las piezas, y en medio de mis lágrimas, estoy confiada en que Dios irá pegando cada una de ellas, con tanto amor, delicadeza y detalles que voy a quedar como CRIATURA NUEVA. Fue muy impactante este ejercicio, porque solo Dios es el único que conoce nuestro interior y conoce la manera de hacerme de nuevo según su plan perfecto.

Gracias infinitas primero a mi Padre Celestial, por este gran privilegio que nos concede, a través de todos ustedes, Padre Juan María Solana y todo el equipo de Magdala,  por esta bendecida peregrinación.


DIOS LES BENDIGA GRANDE Y ABUNDANTEMENTE!!!


JOSELIN

jueves, 2 de septiembre de 2021

LANZA LAS REDES EN NOMBRE DE JESUCRISTO.


Mientras escuchaba la homilía por la plataforma virtual de Magdala.org, por el Párroco Alvaro Maria Garcia, L.C. quise compartir el contenido de la misma, pues ha sido de mucha inspiración para mi recordar las tantas veces que el Señor nos invita a no tener miedo y remar mar adentro. 

El Evangelio de hoy 2 de septiembre, Lucas 5, 1-11, nos recuerda la pesca de Pedro y la confianza puesta en la palabra y en el nombre de Jesús:

1.Cierto día la gente se agolpaba a su alrededor para escuchar la palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. 

2.En eso vio dos barcas amarradas al borde del lago; los pescadores habían bajado y lavaban las redes. 

3.Subió a una de las barcas, que era la de Simón, y le pidió que se alejara un poco de la orilla; luego se sentó y empezó a enseñar a la multitud desde la barca. 

4.Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Lleva la barca mar adentro y echen las redes para pescar.» 

5.Simón respondió: «Maestro, por más que lo hicimos durante toda la noche, no pescamos nada; pero, si tú lo dices, echaré las redes.» 

6.Así lo hicieron, y pescaron tal cantidad de peces, que las redes casi se rompían.

 7.Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles. Vinieron y llenaron tanto las dos barcas, que por poco se hundían. 

8.Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló ante Jesús, diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador.» 

9.Pues tanto él como sus ayudantes se habían quedado sin palabras por la pesca que acababan de hacer. 

10.Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas; en adelante serás pescador de hombres.» 

11.En seguida llevaron sus barcas a tierra, lo dejaron todo y siguieron a Jesús."

Evangelio según San Lucas, 5 - Bíblia Católica Online

Mar de Galilea, Tiberíades


Homilía: Ayer en la noche, leyendo el pasaje del Evangelio, precisamente a orillas del ese mismo Lago, ya había oscurecido, en un ambiente de mucha paz y serenidad, me imaginaba a Simón Pedro y su hermano Andrés, y la otra barca de Santiago y Juan que salían para trabajar, y pasar toda la noche pescar, era su faena, su empresa, se ganaban la vida, eran socios. 

Ellos no se imaginaban que al día siguiente regresarían a la orilla con las redes mojadas, vacías, quizás rotas, no habían pescado nada, estaban desembarcando, lavando y remendando las redes, cuando de repente llega una multitud de personas que quieren escuchar las enseñanzas y la palabra de Jesús, y Jesucristo emplea la barca de Simón Pedro como púlpito, como plataforma, desde la cual, sentado, se dirige a la multitud y les va enseñando con calma, de lo fundamental, del Reino de los Cielos.

Después que termina sus enseñanzas le pide a Pedro que reme mar adentro, en latín, Duc in Altum, nombre que tiene la iglesia en  Magdala.  Jesús le dice a Pedro Duc in Altum  rema mar adentro, no tengas miedo, lanza las redes para pescar. Esto es lo que tenemos que hacer nosotros en esta vida, el Señor te dice Duc in Altum, tienes una travesía que realizar en tu vida, zarpamos cuando nacemos y llegamos hasta la otra orilla cuando morimos. En el momento que hemos nacido, que hemos zarpado, es que inicia nuestro viaje de la vida, tenemos que navegar superando obstáculos y dificultades para poder llegar a la otra orilla, a la orilla de la eternidad, la del Reino de los Cielos.
No hay vuelta atrás, tenemos una sola vida, una sola travesía, y en el camino nos podríamos hundir, podríamos naufragar, quien quiere fracasar, por nuestra fe por nuestra creencia, queremos con la ayuda de Dios llegar a la orilla, al Reino de los Cielos, para gozar allí por toda la eternidad

Sin embargo el Evangelio nos deja una enseñanza cuando Pedro, Andrés, Juan y Santiago, trabajan con sus propias fuerzas no recogen fruto, sin embargo, cuando Pedro dice en tu nombre lanzaré la red, aquí esta la diferencia.
En nombre de quién hacemos nosotros las cosas?, en nuestro propio nombre?, para nuestra propia vanidad?, para nuestra propia realización?, para esperar reconocimiento, aplauso?,  y seamos tomados en cuenta y en consideración?, o mas bien, hacemos las cosas en nuestra vida en nombre de Jesús. 
En tu nombre lanzaré las redes dice Simón Pedro, y el Señor lo bendijo con una pesca abundante. Los frutos llegan cuando depositamos nuestra fe y nuestra confianza en el Dios nuestro Señor, pero para  eso hay que romper las amarras,  hay que zarpar, dejar esas falsas seguridades que da estar en un  pedazo de tierra.
El mar encierra misterios, en el mar nos sentimos inseguros, continuemos adelante mirando siempre a Jesús que nos dice Duc in Altum, rema mar adentro en Jesús, sin miedo, lanza las redes para pescar y sigamos este viaje hacia la eternidad, es lo que quiere el Señor, recibirnos, esa es nuestra misión. 

Busca las cosas del cielo, no las del mundo que son pasajeras. El Señor nos espera para darnos la recompensa eterna. Que así sea.






miércoles, 14 de julio de 2021

CONSEJOS PARA REZAR EL ROSARIO



10 𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐉𝐎𝐒 𝐏𝐑Á𝐂𝐓𝐈𝐂𝐎𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐑𝐄𝐙𝐀𝐑 𝐄𝐋 𝐑𝐎𝐒𝐀𝐑𝐈𝐎

Lo ideal es rezar el Rosario en soledad y de rodillas, aquí os damos algunos consejos que nos ayudarán a rezarlo así o de otro modo si no disponemos de tiempo:

🌹  𝐓𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐞𝐥 𝐑𝐨𝐬𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐛𝐨𝐥𝐬𝐢𝐥𝐥𝐨

Existe el denario con sólo diez cuentas y que puede transportarse fácilmente.

🌹 𝐀𝐩𝐫𝐨𝐯𝐞𝐜𝐡𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢é𝐧 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐳𝐚𝐫

En la vida cotidiana siempre hay un "tiempo libre" que podemos aprovechar para rezar el Rosario: cuando esperamos la consulta médica, un bus, una llamada importante, entre otros.

Y si no tenemos a mano un rosario, tenemos diez dedos para contar los Avemarías.

🌹 𝐑𝐞𝐳𝐚𝐫 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐧 𝐪𝐮𝐞𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐲 𝐝𝐞𝐩𝐨𝐫𝐭𝐞

Muchas actividades no requieren pensar mucho, porque las hacemos mecánicamente. Cuando se pica la cebolla, se tiende la ropa o se lava el auto también se puede rezar el Rosario. Así como cuando las personas que se aman piensan en el otro sin importar la actividad que realicen, el Rosario ayuda a permanecer en sintonía con el corazón de Jesús y María.

🌹 𝐋𝐚𝐬 𝐢𝐦á𝐠𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐥𝐚 𝐦ú𝐬𝐢𝐜𝐚 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢é𝐧 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚𝐫

El Rosario es una oración contemplativa. 

Para este propósito podemos buscar cinco imágenes que nos ayuden a contemplar cada Misterio. Por otro lado, la música también puede ser útil si se ejecuta en un segundo plano muy suave para encontrar paz.

🌹 𝐂𝐚𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐳𝐚𝐫

Es difícil una oración en la que no surjan distracciones:

la lista de compras, el cumpleaños de un amigo, una enfermedad...Si luchamos contra ellas en la oración, a menudo es peor.

Es mejor reunir estas "distracciones" y rezar un Avemaría por las personas, por los amigos y familiares, por uno mismo y los problemas. De este modo la oración se hace sincera y personal.

🌹  𝐑𝐞𝐳𝐚𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐧𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐥𝐚𝐳𝐚𝐦𝐨𝐬

En el camino al trabajo o a la escuela, ya sea en auto o en bus, en tren o caminando, es posible rezar el Rosario sin bajar la cabeza y cerrar los ojos.

Rezar mientras nos desplazamos significa dedicar los Avemarías a las personas con las que hemos establecido contacto o visto durante el día; también por las empresas e instituciones que están en mi camino.

Por ejemplo, si veo a un doctor en mi camino puedo rezar por las personas que atenderán sus enfermedades con él

🌹 𝐎𝐫𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐫𝐨𝐝𝐢𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐞𝐠𝐫𝐢𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨

El Rosario puede rezarse siempre y en todo lugar. A veces, cuando se reza de rodillas o se peregrina se puede llegar a sentir un "desafío físico", esto es bello porque debemos tener en cuenta que tenemos un cuerpo y alma para adorar a Dios. Por lo tanto, el rosario es también una oración de peregrinación.

🌹 𝐂𝐨𝐧𝐞𝐜𝐭𝐚𝐫 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐦𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢ó𝐧

Es bueno ofrecer cada misterio por una preocupación particular: mi madre, un amigo, el Papa, los cristianos perseguidos. Cuanto más específico sea, mejor. La alabanza y dar gracias a Dios no deben tampoco estar ausentes.

🌹  𝐑𝐞𝐳𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐞𝐧 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐪𝐮í𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐢𝐫𝐢𝐭𝐮𝐚𝐥

En estos momentos difíciles, tenemos que recogernos con el Rosario y simplemente recitar las oraciones. Ese deseo  de buena voluntad que ofrecemos a Dios, puede fomentar que el Espíritu Santo avive la llama de nuestro espíritu.

En tiempos difíciles, incluso puede ser suficiente sostener el Rosario sin pronunciar una palabra. Este triste estado ante Dios y su madre se convierte en una buena oración y ciertamente no permanece sin respuesta.

🌹 𝐂𝐚𝐞𝐫 𝐝𝐨𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨 𝐫𝐞𝐳𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐑𝐨𝐬𝐚𝐫𝐢𝐨

El Rosario no debe estar solo es nuestro bolsillos, sino en cada mesita de noche. Cuando se intenta conciliar el sueño también se pueden rezar los Avemarías y es mejor que contar ovejas.

En ocasiones solo las personas mayores y enfermas se “aferran” al Rosario por la noche debido a las promesas de seguridad, fortaleza y consuelo. Sin embargo, también en los buenos tiempos se debe recurrir a esta oración y pedir especialmente por aquellos que sufren.



Frases Célebres de los Santos.

(sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus)


martes, 13 de julio de 2021

POR FAVOR LLEVE A LOS NIÑOS A LA IGLESIA

 


¡Por favor, lleve a sus bebés, niños y adolescentes a la iglesia!

 No importa si se quedan dormidos en los bancos.

 No importa si se quitan la corbata o el moño.

 No importa si susurran o lloran durante la iglesia.

 No importa si la gente te mira mal.

 No importa su edad 

 La iglesia ofrece consuelo.

 La iglesia da esperanza.

 La iglesia ofrece amor.

 La iglesia los hace sentir seguros.

 ¡La iglesia es un lugar donde escuchan el Evangelio!

 La iglesia reciben a Jesús Eucaristía <3

¡Entonces, por favor, llevemos a nuestros bebés, niños adolescentes a la iglesia!  ¡Nosotros los amamos!

 Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les prohibáis que vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos.

Es responsabilidad de nosotros hacer que nuestros hijos aprendan a comportarse dentro de la iglesia.

Ayer escuché está petición de un Sacerdote.....

El comentaba que nuestras iglesias se están quedando vacías!!!!

Y cómo no hacerlo sí desde pequeños nosotros mismos los hemos alejado???

El ejemplo arrastra.... Nunca lo olvidemos!!!!

Simplemente antes nos acostumbraban a agradecer y encomendar nuestro día a Dios, a bendecir nuestros alimentos, y a agradecer nuestro día antes de dormir.

No creen qué es en nuestra labor como padres evangelizar a nuestros hijos???

Si ya eres abuelito, y tus hijos son casados y quizás en su niñez no le diste importancia a su formación espiritual. Trata de orar siempre por ellos tanto por tus  hijos, nueras, yernos y sobretodo por tus nietos. Y sí tienes la fortuna de convivir con ellos, no pierdas instantes de evangelizar.

Volvamos nuestra mirada, volvamos  nuestra vida a Dios.

Nunca es tarde!!!!

Pidamos a nuestra Santísima Virgen María que nos tome de la mano y nos ayude a CONOCER, AMAR Y SERVIR A DIOS, como ella lo hizo.


Mary Gracia

Peregrinación a Tierra Santa