jueves, 1 de octubre de 2020

ES EL ESPÍRITU SANTO QUE PREPARA EL CAMINO

 



Tengo por costumbre hacer propósitos para inicios de cada mes, mientras pasan los días, voy repasando cómo se van cumpliendo, cuánto he trabajado para lograrlos, o simplemente aquellos en los cuales me he paralizado.

Hoy 1ro. de Octubre del 2020, me doy cuenta que estoy un poco distraída en los afanes y compromisos que nos ofrece el mundo, y he obviado mis propósitos.

No recordaba que había comprado la revista devocional "Rayito de Luz", pues la adquiero a través de una hermana, y lamentaba que entró el mes y aún no la ha distribuido.

Me alegré al encontrarla, sentí que fue el mismo Dios que la colocó a mis ojos y antes de leer la Palabra del día, ha llamado mi atención por medio del contenido que voy a compartirles a continuación.

Ha reconfirmando mi Padre, que para este mes, solo debo centrar mis esfuerzos, enfocar mi completa atención a reavivar y cumplir con la misión que el Espíritu Santo me encomendó, que me entregó hace más de 15 años, y que este bendecido Blog es parte de ese propósito de Dios. Amén!!!


HOMILIA DEL PAPA FRANCISCO (1-10-2019)

Haciendo referencia a la Parábola de los Talentos (Mateo 25, 14), el Señor presenta como un hombre, antes de partir, llama a sus siervos para entregarles sus bienes.

Dios nos ha confiado sus bienes más grandes: nuestra vida, la de los demás, a cada uno muchos dones distintos. Y estos dones, estos talentos, no representan algo para guardar en una caja fuerte, representa una llamada: el Señor nos llama a hacer fructificar los talentos con audacia y creatividad. Dios nos preguntará si hemos hecho algo.

Se hace uno misionero viviendo como testigos, testimoniando con nuestra vida que conocemos a Jesús. Es la vida la que habla. Testigo es la palabra clave, una palabra que tiene la misma raíz de significado que mártir. Estos viven transmitiendo paz y alegría, amando a todos, incluso a los enemigos, por amor a Jesús

Nosotros, que hemos descubierto que somos hijos del Padre Celestial, cómo podemos callar la alegría de ser amados, la certeza de ser siempre valiosos a los ojos de Dios.  Es el anuncio que tanta gente espera. Y esa es nuestra responsabilidad.

Al final de la parábola, el Señor llama bueno y fiel al que ha sido emprendedor, en cambio llama malvado y holgazán al siervo que ha estado a la defensiva. Dice San Alberto Hurtado que "Está bien no hacer el mal, pero es malo no hacer el bien". Y este es el pecado por omisión.

Hemos recibido no para enterrarlo, sino para ponerlo a los demás, no para conservarlo, sino para darlo.  Quien está con Jesús sabe que se tiene lo que se da, que se posee lo que se entrega, y el secreto para poseer la vida, es entregarla.

Pecamos de omisión, es decir, contra la misión, cuando en vez de transmitir la alegría, nos cerramos en un triste victimismo, pensando que ninguno nos ama y nos comprende.

Pecamos contra la misión, cuando cedemos a la resignación: no puedo, no soy capaz, pero cómo, Dios te ha dado unos talentos y tu te crees tan pobre que no puedes enriquecer a nadie.

Pecamos contra la misión cuando nos quejamos, seguimos diciendo que todo va mal, en el mundo y en la iglesia

Pecamos contra la misión cuando somos esclavos de los miedos que inmovilizan y nos dejamos paralizar del "siempre se ha hecho así".

Pecamos contra la misión cuando vivimos la vida como un gran peso y no como un don.

Pecamos cuando en el centro estamos nosotros con nuestros problemas y no nuestros hermanos que esperan ser amados.

Dios ama al que da con alegría (2 Cor. 9,7). Ama una Iglesia en salida. Pero debemos estar atentos.

El Señor te llama también a ti a que te entregues allí donde estás, así como estás, con quien está a tu lado.

El protagonista de la misión es el Espíritu Santo. Tu vas con el Espíritu Santo, que no te va a dejar solo. Y dando testimonio descubrirás que el Espíritu Santo llegó antes de ti para prepararte el camino.


A trabajar en la misión que se nos ha entregado en nuestras manos, para glorificar al Señor en todo lo que hagamos. Amen.


💜Joselin💜