Estos son los medios eficaces a los cuales debemos acudir de inmediato, para que sea el mismo Dios que dirija nuestra imaginación y acción a su voluntad, a su querer, a adorarle, glorificarle siempre en TODO lo que pensemos, hablemos y hagamos.
Esta mañana, mientras escuchaba la Celebración Eucarística, hoy jueves de Adoración al Santísimo, día del Santo Juan María Vianney, mas conocido como el Santo Cura de Ars, Patrono de los Sacerdotes, entro a las redes para conocer mas de su santidad, y comparto este articulo publicado por "Frases Celebres de Santos y sus Vidas".
"Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo. Por esto, nuestro pensamiento debe estar siempre orientado hacia allí donde esta nuestro tesoro.
El hombre tiene un hermoso deber y obligación: orar y amar. Si oráis y amáis, habréis hallado la felicidad en este mundo.
La oración no es otra cosa que la unión con Dios. Todo aquel que tiene el corazón puro y unido a Dios, experimenta en si mismo como una suavidad y dulzura que lo embriaga, se siente como rodeado de una luz admirable.
En esta intima unión, Dios y el alma son como dos trozos de cera fundidos en uno solo, que ya nadie puede separar. Es algo muy hermoso esta unión de Dios con su pobre criatura: es una felicidad que supera nuestra comprensión.
Nosotros nos habíamos hecho indignos de orar, pero Dios, por su bondad, nos ha permitido hablar con El. Nuestra oración es el incienso que mas le agrada.
Hijos míos, vuestro corazón es pequeño, pero la oración lo dilata y lo hace capaz de amar a Dios. La oración es una degustación anticipada del cielo, hace que una parte del paraíso baje hasta nosotros. Nunca nos deja sin dulzura; es como una miel que se derrama sobre el alma y lo endulza todo.