DISFRUTANDO DE ESTE HERMOSO REGALO DE LAS MADRES QUE ME OBSEQUIO MI AMADO
PADRE.
GRACIAS ABBA....
BENDITO Y ALABADO SEAS POR SIEMPRE!!!!!
Muchas
veces creemos que para reconocer la Presencia de Dios en nuestras vidas tienen
que ocurrir cosas extraordinarias, y cuando suceden estas cosas no dejamos de
afirmar que Dios está con nosotros siempre.
Jesús dijo: "También les
aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se
les abrirá; porque el que pide recibe, el que busca, encuentra y al que
llama se le abre" (Lucas 11,9-10).
Cuando se
acercaba el Día de las Madres le comentaba a mi marido y a mi niña que lo que
yo quería de regalo era para "mi solita". Realmente no sabía
qué pedir, porque para la Gloria de Dios, soy una mujer privilegiada y amada
por El, por lo tanto siempre estoy agradecida y feliz de los presentes que
recibo en este día.
Nos
pasamos la semana entera comentando cuál sería este fabuloso regalo.
Entre los dos comenzaron sus ofrecimientos, mi marido me invitó a un
resort y le dije que no, pues allí estaríamos disfrutando todos y el regalo que
quería era para mi solita. Me invitó a un restaurante, le contesté por
igual, es que allí comemos todos juntos y podemos ir cualquier día. Me
ofertó dinero para comprar algún antojo, lo rechacé porque al final invierto el
dinero en todo menos en mi, las mujeres piensan primero en los hijos, el marido
y la casa, al final en nostras mismas.
Por las
mañanas divertía a mis amistades del colegio de mi hija con estos comentarios y
una de ellas me dijo, -Oye, pero que egoísta eres, una mujer
cristiana no se expresa de esa manera, tienes que compartir y conformarte con
lo que te regalen y punto. Le repetí lo mismo una y otra
vez demostrando con mis justificaciones que el regalo era para mi solita y lo
tomé a broma.
Estando en
casa, me puse a pensar en la palabra egoísta y cuando llegó el
momento de hablar con Dios, en mi monólogo le preguntaba si realmente con esta
petición yo estaba siendo una persona egoísta. Esa palabra me hizo recordar que
tengo tanto que agradecer y tan poco que pedir.
De una
manera jocosa le comenté a mi Padre que de verdad quería un hermoso regalo de
madres y que me haga sentir lo especial que soy para El. En ningún momento
especifiqué lo que quería, ya que acostumbro a pedir que se haga siempre Su
Voluntad en mi vida y no la mía.
Una semana
antes de la celebración del Día de las Madres, mi marido y yo asistimos a la
Fiesta de la Confraternidad de mi amada Parroquia Divino Niño Jesús. Fue
una noche maravillosa, de encuentros fraternos con nuestros hermanos de
comunidad, con la excelente presencia de nuestro párroco el Padre Lucas.
El
ambiente estaba espectacular, muy variado: oramos, comimos, bailamos, cantamos,
compartimos alegre y sanamente, hasta que decidimos retirarnos a una hora
prudente y dejamos nuestros boletos de la rifa a unos hermanos que se quedaron
disfrutando mas tiempo.
Al otro
día me llama mi amiga histérica de alegría, -pues aquí viene lo bueno-, mi
marido se ha ganado una comida en un restaurante para dos personas, yo no lo
podía creer, nos alegramos muchísimo y hacíamos comentarios
del éxito de la fiesta.
Luego interrumpe
mi risa y me dice -Espérate....a la verdad es que tu eres una mujer dichosa. Le
confirmaba que si, sin saber que lo mejor faltaba por decírmelo, y dijo
entre risotadas - Tu te sacaste como premio un pasadía en un Spa......
WAO!!!!!!!!!! ESE ES EL REGALO QUE PEDI A DIOS PARA MI SOLITA!
Me puse a
llorar de felicidad y a darle las gracias a Dios por tanto amor. Repetía entre
sollozos: gracias Padre, gracias mi Señor, gracias por escucharme en lo
sencillo, en lo cotidiano, en la humildad, en la fidelidad, en la obediencia,
en la debilidad. Gracias por estar vivo en mi, por cumplir tus promesas
de nunca dejarnos solos. Gracias por enseñarme a encontrarte dentro de mi
y dejarme seducir por Ti. Jesús eres maravilloso!!!!!!!
Guardé
silencio como lo hizo la Virgen María, solo le comenté a tres personas hasta
que disfrutara de este gran regalo como lo hice hoy. Gracias mi Abba.
Además,
quiero decirte que no busques fuera lo que tienes dentro.
Jesús
habita en tu corazón por siempre, esa es su promesa:
Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia (Mat.
28,20)
Haz la
prueba: Si decides buscar el Amor de Dios dentro de tu corazón lo encontrarás.
Joselin
Richart